• Stan Lee, casi un siglo del Hacedor de Dioses

    From Enric Lleal Serra@2:343/107.1 to All on Tue Jan 2 14:10:20 2018
    �Hola All!


    S�, Marcos se avanz�, y Zenda le di� empaque al aniversario[1]. Leed, leed.


    *Stan Lee: casi un siglo del Hacedor de Dioses*
    Creador Juanjo Braulio

    Fue Plat�n en su Timeo el que defini� al Demiurgo (??u???????, demiourg�s, literalmente creador del pueblo, o sea, artesano) como el Hacedor del Universo,
    un dios, o quiz� algo m�s que eso, que orden� la materia existente para crear el cosmos, copiando para ello las ideas, que ya exist�an. M�s que un creador, en la filosof�a plat�nica el Demiurgo es un principio ordenador de las cosas, de la misma forma que el artesano fabrica una vasija con materia ya existente, como la arcilla. Aunque el fil�sofo no quiso entrar en m�s detalles --igual por
    aquello de no ser acusado como su maestro S�crates de impiedad y acabar sus d�as con un chupito de cicuta-- se puede entender que aquella divinidad sin nombre, por su car�cter supremo, pod�a haber sido el hacedor de los propios dioses. Sin embargo, las sutilezas del griego antiguo provocan que no quede del
    todo claro si el Demiurgo era un dios entre otros o el dios supremo, el padre de todos ellos, en una suerte de monote�smo avant-la-lettre.

    La idea del Demiurgo pas� de la filosof�a plat�nica al gnosticismo y de ah� a la Dial�ctica de Hegel, al pensamiento amargo de Emil Cioran e incluso a la literatura fant�stica de Gustav Meyrink en El Golem. No obstante, el �ltimo demiurgo, el �ltimo hacedor de dioses no est� en los manuales de Filosof�a ni en los cap�tulos de joyas de la Literatura Universal que nadie lee, sino entre las p�ginas de papel barato y entintados chillones de los tebeos. Y es que, tal
    d�a como hoy, 28 de diciembre, el Hacedor de Dioses cumple 95 a�os. Su nombre de pila es Stanley Martin Lieber, aunque generaciones de ni�os y adolescentes de todo el mundo han so�ado con sus historias conoci�ndole por su nombre art�stico: Stan Lee.

    El simp�tico anciano de bigote cano y gafas amplias que sale en casi todas las pel�culas de superh�roes naci� en Nueva York el 28 de diciembre de 1922, hijo de emigrantes jud�os rumanos. Era poco m�s que un adolescente cuando consigui� un empleo de chico para todo en la editorial neoyorquina Timely Comics, que con
    el tiempo se convertir�a en Marvel Comics. Aquel muchacho so�aba con ser escritor como sus adorados Robert Louis Stevenson o Edgar Rice Burroughs y por ese motivo cuando, en 1942, se le encarg� el gui�n de su primera historia (una aventura del Capit�n Am�rica de dos p�ginas) la firm� como Stan Lee (que, en ingl�s, suena igual que su nombre de pila). Tom� aquella decisi�n porque pensaba reservar su verdadera identidad para rubricar sus novelas cuando llegara el momento.

    En todo caso, nadie pod�a imaginar que aquel seud�nimo se iba a convertir en uno de los iconos de la Marvel y que todos los c�mics de la F�brica de las Ideas --como se conoce tambi�n a la editorial-- empiezan siempre bajo el lema "Stan Lee presenta", incluso hoy en d�a, d�cadas despu�s de que se retirara como editor principal y responsable art�stico de la firma. A principios de los 40, Stan Lee se tomaba aquel trabajo como un medio de subsistencia mientras se preparaba para alumbrar la gran novela americana del siglo XX que jam�s escribi�. En realidad, lo que consigui� fue mucho m�s: toda una mitolog�a configurada con nuevos dioses que, nacidos en los rincones m�s marginales del pulp infantil, han terminado por impregnar toda la cultura occidental de nuestro tiempo. Tanto es as� que ya no es posible entendernos a nosotros mismos
    sin ellos: sin los superh�roes.

    No pas� mucho tiempo hasta que Lee incluy� en las historias patri�ticas del Capit�n Am�rica --obra de Jack Kirby y Joe Simon de 1941-- al primer personaje de su creaci�n, The Destroyer, otro supersoldado como el h�roe de las barras y estrellas que tambi�n aporrea a los nazis. No obstante, lo que parec�a una prometedora carrera en Timely Comics se cort� en 1942 con la entrada de Estados
    Unidos en la II Guerra Mundial. Aunque al principio fue destinado al Cuerpo de Comunicaciones como reparador de postes de tel�grafos, Stan Lee acab� combatiendo a las potencias del Eje con su mejor habilidad: la escritura. Fue transferido a una divisi�n que se encargaba de realizar pel�culas de entrenamiento militar y propaganda. All�, "Stan The Man" (otro de sus apodos, tan famoso como su lema: Excelsior!) escribi� desde manuales de todo tipo a guiones, esl�ganes y consignas propagand�sticas. �l mismo dice que en su expediente militar figuraba como ocupaci�n la de playwright, que se puede traducir como "dramaturgo" y que, junto a �l, s�lo otras ocho personas tuvieron
    ese cometido en las fuerzas armadas estadounidenses durante la contienda.

    La d�cada de los 40 est� considerada como la Edad de Oro del c�mic estadounidense, dado que fue entonces cuando las historietas se convirtieron en
    una industria importante en el sector del entretenimiento. En 1938 hab�a nacido
    el primer superh�roe, Superman, (un a�o despu�s lo har�a Batman) y, gracias a su �xito le siguieron otros como la primera versi�n del Capit�n Marvel (ha habido muchas otras) y, en el caso de Timely Comics, la Antorcha Humana (su primera versi�n, que era un androide sin relaci�n alguna con los Cuatro Fant�sticos), Namor (o Sub-Mariner en su primera versi�n americana) y, sobre todo, el mencionado Capit�n Am�rica.

    En la Edad de Oro, los c�mics de superh�roes iban desde la pura fantas�a hasta la propaganda pol�tica m�s descarnada, como se puede ver en la portada del primer n�mero del Capit�n Am�rica, donde el h�roe le suelta un derechazo al mism�simo Hitler. Sin embargo, ya a principios de los 50, los EEUU de Eisenhower le dieron la espalda a este tipo de historias que en la mayor parte de las colecciones de superh�roes fueron canceladas o reconvertidas. S�lo Superman parec�a resistir mientras que Timely Comics ten�a que cancelar las series del Capit�n Am�rica, la Antorcha Humana y Namor y orientaba sus productos hacia historias de terror, polic�acas, humor e incluso westerns. No obstante, Stan Lee, ya asentado como guionista de plantilla, intentaba, en vano, mantener viva la llama de los superh�roes con giros dram�ticos en las colecciones como la muerte de Bucky, el ayudante del Capit�n Am�rica. Pero todo
    parec�a ser en vano. Los superh�roes hab�an sido estrellas fugaces en el universo de la cultura popular y su ocaso definitivo parec�a inminente.

    A finales de los 50, s�lo DC Comics (gracias a Superman) resist�a, e incluso consigui� un nuevo �xito con otra versi�n de Flash, el h�roe con supervelocidad
    que permitir�a renovar, de paso, a Superman, Batman y WonderWoman con La Liga de la Justicia. Entretanto, en la editorial donde Stan Lee hab�a sobrevivido escribiendo todo tipo de guiones que iban desde el western al relato detectivesco, pintaban bastos. Hacia 1960, Stan Lee estaba dispuesto a abandonar la editorial Atlas Comics, nombre que hab�a adoptado la vieja Timely Comics, pero su mujer le convenci� para que hiciera un �ltimo intento y que alumbrara, tal y como el propio Lee cuenta, "el c�mic que siempre hab�a querido
    hacer".

    En mi opini�n, Stan Lee ha sabido leer como nadie a la sociedad norteamericana y, por eso, se ha anticipado a sus gustos, sus miedos, sus preocupaciones y a sus intereses. En los 60, el inicio de la carrera espacial entre EEUU y la URSS
    hizo que el inter�s del p�blico por las f�bulas de astronautas creciera y, ah�,
    Stan Lee vio la oportunidad que le convertir�a en Hacedor de Dioses. Concibi� la historia de cuatro personas que conforman una familia bastante disfuncional y con los problemas de cualquier otra familia americana, con la particularidad de que hacen viajes por el espacio. Precisamente en una de esas aventuras, debido al bombardeo de rayos c�smicos producidos por una tormenta estelar, adquieren prodigiosos superpoderes que, como no pod�a ser de otra forma, son usados para combatir el mal. Aquella idea tom� forma f�sica el 8 de agosto de 1961 cuando aparec�a el primer n�mero de The Fantastic Four, los Cuatro Fant�sticos o FF, por sus siglas en ingl�s. Ser�an los primeros personajes surgidos de la m�gica alquimia que brotaba de los guiones de Lee y los l�pices del m�tico dibujante Jack Kirby, a los que despu�s se sumar�an los de Steve Dikto. Y el �xito fue arrollador. Este triunvirato crear�a la pr�ctica totalidad de los h�roes cl�sicos de la Marvel, hasta tal punto que la d�cada de
    los 60 est� considerada como la Edad de Plata del c�mic. Tras los FF vendr�an Spiderman, Hulk, Thor, Iron Man, Los Vengadores, los X-Men, el Doctor Extra�o y, el �ltimo hijo directo de Stan Lee, Daredevil. Los muy iniciados en los misterios de la Marvel (porque las historias de su universo son lo m�s parecido
    a una experiencia religiosa que he tenido, sobre todo durante mi adolescencia) pod�amos detectar qu� personaje hab�a salido directamente de las meninges de Lee mediante un c�digo secreto. Y es que una de sus man�as era que el nombre y el apellido de las creaciones favoritas de Lee empezaran por la misma letra. As� nacieron Peter Parker (Spiderman), Bruce Banner (Hulk), Reed Richards (Mr. Fant�stico), Scott Summers (C�clope), Matt Murdock (Daredevil) Stephen Strange (Dr. Extra�o), Otto Octavius (Dr. Octopus) o Susan Storm (La Mujer Invisible).

    Varias claves explican el inmenso y r�pido �xito que tuvieron aquellas primeras
    historias de los FF en un contexto donde los superh�roes parec�an estar limitados a las aventuras de Superman, Batman y Linterna Verde, los tres pilares de la gran rival de Marvel, DC Comics. Aquellos cuatro h�roes no llevaban m�scaras, ten�an identidades p�blicas y conocidas, viv�an en Nueva York (y no en ciudades ficticias como la Metr�polis de Superman o la Gotham City de Batman) y, adem�s de salvar el mundo cada semana, ten�an los mismos problemas que el norteamericano medio, debilidades, miedos y angustias como todo hijo de vecino. Lee cre� una nueva mitolog�a, unos nuevos dioses que, como
    los antiguos ol�mpicos, eran incluso m�s terrenales en sus pasiones e instintos
    que los propios mortales, a pesar de sus incre�bles poderes. En definitiva, al hacer m�s humanos a los superhumanos, Stan Lee consigui� renovar aquel subg�nero de forma que su influencia sigue hasta hoy y nadie ha conseguido superarle. Las trifulcas familiares de los FF; las tribulaciones adolescentes de Spiderman; la minusval�a de Daredevil (es ciego) o la automarginaci�n de los
    X-Men (la Patrulla X en Espa�a) son logros creativos que convirtieron las f�bulas infantiles de personajes con leotardos en historias que han llegado a millones de personas y unido a generaciones en todo el mundo.

    Stan Lee cre� tambi�n el llamado 'M�todo Marvel' para crear las historias. �l hac�a una sinopsis de la historia que entregaba al dibujante y luego escrib�a los di�logos bas�ndose en el dibujo acabado. Esto ha provocado no pocas dudas, porque resulta imposible saber qu� parte de la historia era de Stan Lee y qu� parte era del artista gr�fico. Y esto se complic� a�n m�s cuando Lee se limit� a supervisar el trabajo de un ej�rcito de guionistas que ten�a bajo sus �rdenes. Adem�s, as� como las viejas historias de Superman y Batman no ten�an continuidad ni conexi�n alguna entre ellas, Stan Lee tuvo otra idea genial, que
    fue la de ocuparse de vincular (aunque algunas veces no demasiado bien) todo ese cosmos imaginario entre s� de la misma manera que lo est�n haciendo las pel�culas y series de televisi�n de sus superh�roes. Lo que funcion� para un formato, por lo visto, funciona para otro.

    Stan Lee estuvo a los mandos de la Marvel como principal responsable art�stico hasta principios de los 70. Los �ltimos guiones de su pu�o y letra salieron en el n�mero 110 de Spiderman (julio de 1972) y en el 125 de los FF (agosto de 1972). Fue sustituido por su ayudante Roy Thomas, que gestion� a las mil maravillas la herencia del patriarca, llevando a la Marvel a su m�xima expresi�n. Durante los siguientes veinte a�os la Marvel llegar�a a vender 80 millones de tebeos cada mes en todo el mundo, por no hablar de los beneficios derivados de otros productos como juguetes, ropa y hasta electrodom�sticos. No obstante, en los 90, la compa��a entrar�a en crisis porque los c�mics hab�an cedido terreno en el entretenimiento infantil y juvenil ante otros soportes como los videojuegos (los que estamos cruzando nuestros 40 a�os, creo, somos la
    �ltima generaci�n que disfrut� de los tebeos casi en exclusiva, al menos durante un tiempo). Sin embargo, la Marvel ya hab�a entrado por derecho propio en la cultura popular y era cuesti�n de tiempo que ese m�rito se convirtiera en
    valor. En mucho valor monetario, de hecho.

    Tras la crisis de la editorial durante el salto del siglo XX al XXI, cuando la propiedad de la compa��a pas� por varias manos, llegaron los primeros �xitos de
    las adaptaciones al cine serias y solventes por parte de Hollywood, de tal suerte que los superh�roes se han convertido en un subg�nero audiovisual con sus propios c�digos y, sobre todo, con sus buenas cuentas de resultados. Cuando
    en agosto de 2009 Disney compr� la Marvel por 4.000 millones de d�lares, la compa��a de Mickey Mouse no lo hizo s�lo para seguir editando c�mics sino para garantizarse los derechos de centenares de personajes para sus productos audiovisuales, merchandising y parques tem�ticos. Y con la reciente compra de la divisi�n de entretenimiento de la Fox por 44.300 millones de euros, Disney tiene ya la totalidad del universo Marvel en su poder porque la compa��a del magnate Murdoch ten�a los derechos sobre los X-Men y Deadpool. Esta especie de compra al por mayor de futuras historias no es ninguna tonter�a porque ejemplos
    de lo rentable que son los relatos de superh�roes hay unos cuantos: las tres entregas de Spiderman recaudaron 2.500 millones de d�lares y las de los Vengadores triplicaron esa cifra. Solamente este a�o, las pel�culas Guardianes de la Galaxia 2, Spiderman: Homecoming (esta �ltima gracias a un acuerdo con Sony, que posee los derechos del Hombre Ara�a) y Thor: Ragnarok han hecho m�s de 800 millones de euros �nicamente en las taquillas de los cines. Fuera de esta cifra quedan los beneficios obtenidos por la venta de todo tipo de productos que van desde el mu�eco articulado en el interior de los Happy Meals hasta la ropa interior estampada con el escudo del Capit�n Am�rica. Si las proezas de los superh�roes en sus aventuras son dignas de su condici�n de nuevos dioses, lo que consiguen hacer con el dinero que generan es de dimensiones c�smicas.

    Semejante volumen de negocio deber�a haber hecho a Stan Lee uno de los hombres m�s ricos del mundo. Pero no es as�. Cobra una pensi�n de un mill�n de d�lares al a�o pagada por la Corporaci�n Disney, pero esa cantidad es rid�cula al lado de lo que sus creaciones han generado y piensan generar durante alg�n tiempo. La raz�n de ello es que la propiedad intelectual de los personajes nunca era de
    los guionistas y dibujantes que los idearon, sino de las empresas editoriales, como bien sufrieron los creadores de Superman, Jerry Siegel y Joe Shuster, los cuales viv�an su vejez casi en la indigencia hasta que la Warner les dio una pensi�n y pag� su asistencia m�dica coincidiendo con el estreno de la pel�cula protagonizada por Christopher Reeve en 1978. Ambos hab�an estado d�cadas pele�ndose en los tribunales por los derechos del Hombre de Acero, sin �xito.

    Los superh�roes dominan el cine familiar de taquillazo, las series de consumo r�pido como Marvel's Agents of SHIELD, videojuegos y todo tipo de trastos; tambi�n tienen incursiones gourmet en apuestas m�s adultas como las series de Netflix Jessica Jones o Daredevil, joyas narrativas como el sangriento western crepuscular Logan e incluso h�bridos entre los superh�roes y el g�nero de terror en The New Mutants, que se estrenar� en abril de 2018. Respecto a los c�mics propiamente dichos, en mayo de 2015 se inici� por parte de la Marvel un comenzar de cero dado que, a lo largo de los a�os, las tramas, relaciones e historias se hab�an vuelto tan enrevesadas que perd�an la coherencia. Y, adem�s, estaban las ventas, claro. Los nuevos responsables decidieron "limpiar la casa" y una de sus v�ctimas fue, precisamente, la primera criatura de Stan Lee. La colecci�n de los FF dijo adi�s en mayo de 2015. Su ultima vi�eta era igual que la primera en 1961: un cuatro en llamas brillando en el cielo de Nueva York.

    Stan Lee, a pesar de que bordea el siglo de vida, es un hombre de lo m�s activo. Tiene una fundaci�n para el fomento de la lectura infantil, sigue colaborando como productor ejecutivo en las producciones audiovisuales de sus criaturas y sus cameos en las pel�culas y series de superh�roes son celebradas por los incondicionales del g�nero (entre los que me cuento, a pesar de los disgustos que alguna me da). Pocos creadores pueden compararse a Lee respecto a
    la influencia de su obra que le ha hecho acreedor, con toda justicia, del t�tulo de Demiurgo, de Hacedor de Dioses. Quiz� el �ltimo.

    [1]https://www.zendalibros.com/stan-lee-el-hacedor-dioses/

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    A reveure!!
    Enric
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    ... Si algo nos ense�� la tragedia del Titanic es que es m�s seguro viajar en icebe
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