• El rey ha muerto, viva El Jueves!

    From Enric Lleal Serra@1:2320/100 to All on Fri Oct 21 13:24:10 2016
    �Hola All!


    El Listo[1] hace una rese�a sobre El Jueves, la revista que no sale los jueves,

    y que es entre triste, enternecedora, e interesante. ;-)

    *El rey ha muerto, viva El Jueves*
    Creador Listo Entertainment

    De peque�o, cuando en las pel�culas o�a el grito de "�EL REY HA MUERTO, VIVA EL

    REY!" me quedaba pensativo. No entend�a qu� se supon�a que era eso, un grito de pena o de celebraci�n. De ni�o uno no descarta posibilidades como que los gritones aspirasen a que el rey muerto se levantase y anduviese como un zombie o un vampiro o un Mes�as. No resultaba evidente que la primera parte del grito y la segunda parte del grito hac�an referencia a dos monarcas diferentes. Quiz�

    una construcci�n gramatical m�s cuidadosa y que no se habr�a prestado a tantos equ�vocos habr�a sido "�UN REY HA MUERTO, VIVA EL OTRO REY!" pero entiendo que como eslogan no habr�a tenido tanta fuerza y que adem�s habr�a requerido un esfuerzo cognitivo tan elevado que podr�a haber llegado a generar en la cabeza de los s�bditos alguna suspicacia sobre la renovaci�n autom�tica de los lazos de vasallaje. Me he documentado en la Wikipedia y lo dice muy clarito que "el significado m�s trascendente de esta expresi�n es la continuidad de la instituci�n mon�rquica m�s all� de las personas que la encarnan, teorizada de forma m�s profunda en conceptos como el denominado doble cuerpo del rey".

    Entiendo que es un poco como lo del Jueves, que ha cambiado mucho desde que empec� a leerlo pero que sigue siendo El Jueves, la revista que sale los mi�rcoles, y es inevitable seguir teni�ndole cari�o, m�xime cuando las mayor�a de los cambios que ha experimentado no han sido muy bruscos, se han sucedido poco a poco, p�gina a p�gina, secci�n a secci�n, a lo largo de los a�os. Tampoco nuestros cuerpos son los mismos que eran, andemos por los veinte, los treinta o los cuarenta, nuestras c�lulas se han ido renovando y es raro conservar alguna que tenga m�s de diez a�os.

    En todo caso, y hablando de cuerpos, as� como hay algunas publicaciones a las que les tengo cari�o porque las he visto crecer, con El Jueves me pas� al rev�s, que le pill� cari�o porque la fui viendo mientras crec�a yo. La primera secci�n a la que me aficion� se llamaba La chica del viernes y consist�a en una

    foto de archivo de una se�orita con los pechos al fresco y un texto bastante absurdo que generalmente trataba de justificar el hecho de que la chica andase tan poco abrigada. Si era verano dec�a que por los calores, en otras �pocas del

    a�o dec�a que por la crisis o la inflaci�n o cosas as�. La chavaler�a que est� creciendo con internet nunca entender� lo que nos fascinaban las fotos de tetas

    a los ni�os de los 70 y los 80. No era tampoco como en la �poca de Ram�n Bold�,

    que dice en sus libros que cuando empez� a fantasear con mujeres no sab�a si las vaginas estaban orientadas en vertical, en horizontal o en forma de L, en nuestra infancia ya sab�amos m�s o menos c�mo era cada ranura del cuerpo humano, pero todav�a no ten�amos Redtube y hab�a todav�a un punto de trascendencia casi m�stica en la contemplaci�n de torsos desnudos. Para que os hag�is una idea, en un programa de televisi�n de fin de a�o de 1987, la cantante Sabrina Salerno nos ense�� un pez�n y Espa�a entera estuvo hablando de

    �l durante meses, la chica se hizo tan popular que hasta sal�an fotos suyas en las pegatinas que regalaban con los chicles. En ese contexto, los ni�os abr�amos El Jueves como abr�amos el Intervi�, con la fascinaci�n de estar explorando lo todav�a inexplorado.

    En los 90, la secci�n de La chica del viernes cerr� por pura obsolescencia, tras un voluntarioso periodo de correcci�n pol�tica en el que aparec�a como La chica o el chico del viernes, o incluso a veces La chica y el chico del viernes, pero durante a�os se mantuvo como un simp�tico vestigio de la �poca del destape, de esos rid�culos a�os en que terminaba una dictadura y aflojaba la censura y toda Espa�a andaba hambrienta de todas las cosas que se le hab�an prohibido hasta entonces, como un ni�o hambriento de libertades y de tetas.

    El caso es que, cuando empec� a leer el Jueves, las libertades y las tetas ya empezaban a darse por sentado entre los adultos cultivados, pero a los ni�os todav�a nos llamaban mucho la atenci�n.

    Y en aquella �poca tampoco era todav�a tan com�n que la gente se divorciase como lo es ahora. Un amigo m�o ten�a los padres divorciados y ambos compet�an por su cari�o a base de regalos que, entre lo fastuoso y lo absurdo, eran la envidia de toda la pandilla. Los ni�os del vecindario nos pas�bamos las tardes de verano encerrados en su garaje, un El Dorado repleto de juguetes y equipamientos deportivos y juegos de mesa y un ping-pong y un pin-ball y peque�as maquinitas del Donkey Kong y, a medida que se fueron inventando las consolas de videojuegos, las tuvo tambi�n todas. Entre esos tesoros hab�a tambi�n tebeos del Mortadelo y un par de revistas del Jueves, pero no eran, ni de lejos, la atracci�n principal del garaje, la atracci�n principal era siempre

    el �ltimo videojuego, por ejemplo el Dynablaster, pero hac�amos turnos y, cuando me quedaba atrapado entre una bomba y un muro y me explotaba la bomba en

    los morros, ten�a que cederle el mando a otro ni�o y, para hacer m�s llevadera la espera, aprovechaba para leer los tebeos. Los del Mortadelo no estaban mal, pero molaban m�s los del Jueves. Como era un ni�o lento de reflejos y me explotaban bombas en los morros bastante m�s a menudo que a la mayor�a de mis amigos, tuve tiempo de releerlos unas cuantas veces.

    A parte de La chica del viernes, mis otras secciones favoritas eran Mamen de Mariel y Manuel Barcel�, Puticlub de Fer, Orgasmos cotidianos de Alfons L�pez, Historias de no contar de Tabar� y El Manolo y la Irene de Manel Ferrer, s�, por supuesto, las m�s picantonas, pero tambi�n, por alg�n motivo que de mayor no he sabido comprender, el Johnny Roqueta de Vaquer y TP. Bigart. No tengo ni idea de por qu� me molaba tanto la est�tica roquera cuando era chiquit�n. Yo era un ni�o bueno, me dejaba peinar con raya, usaba gafas graduadas con montura

    met�lica, no fumaba ni beb�a ni escuchaba mucho rocanrol, pero mis libretas de dibujos estaban abarrotadas de carism�ticos moteros con gafas de sol, chupas de

    cuero, tup�s de hormig�n armado, muecas socarronas y cigarrillos entre los labios. No llegu� a ver nunca entera la pel�cula de Grease ni a escuchar ning�n

    disco de Loquillo, pero hab�a algo en mi interior que resonaba a la frecuencia a la que vibraba Johnny Roqueta.

    Era medio consciente de que todo eso hab�a sido dibujado en atenci�n a un p�blico m�s adulto, y eso le daba un morbo extra, como de lectura clandestina. Mis padres me hab�an ofrecido un suministro generoso de Tint�n y Ast�rix y Cavall Fort, eran buena gente, cultos, progresistas, y, en cuanto tuve la desverg�enza de pedirles que me comprasen alg�n Jueves, tampoco me los negaron.

    Segu�an la escuela pedag�gica de que leer, lo que fuese, aunque estuviese acompa�ado de alg�n dibujo o fotograf�a de alg�n cuerpo desnudo, perjudicaba menos el desarrollo emocional y cognitivo del ni�o que pasarse las tardes en el

    sof� viendo la tele. Adem�s, si no entend�a alg�n chiste, pod�a pedirles que me

    lo explicasen y me lo explicaban. Pero tampoco se los preguntaba todos porque hab�a un mont�n de chistes que no entend�a, m�s que nada porque a esas edades no andaba yo muy al d�a de la actualidad pol�tica.

    Y, sin embargo, me fascinaban las caricaturas en general y las caricaturas de gobernantes en particular. Los ni�os normales ten�an figuritas de pl�stico de Los Pitufos, yo me empe�� en coleccionar Los Monclis, unas figuritas de pol�ticos espa�oles dise�adas por Gallego & Rey. Los ni�os normales ten�an el pitufo Gafotas, el pitufo Presumido, el pitufo Forzudo, la Pitufina y el Gargamel, yo ten�a el Felipe Gonz�lez, el Alfonso Guerra, el Manuel Fraga, el Santiago Carrillo, el Adolfo Su�rez y el Marcelino Camacho. No ten�a ni idea de

    pol�tica, esos monigotes me atra�an por motivos puramente est�ticos. Mi pap� me

    los compraba incluso si le ped�a alguno de Alianza Popular, y me explicaba el nombre de cada personaje y el cargo p�blico que ejerc�a.

    Si alg�n d�a tengo yo un hijo y me pide que le compre un mu�equito de Manuel Fraga vestido de templario, le dar� una hostia de esas que le daban a Carlos Gim�nez en Paracuellos, o por lo menos lo desheredar� y lo echar� de casa para siempre, pero mi padre era un blando.

    A esas edades, los c�mics con m�s texto eran los �ltimos en ser le�dos, porque leer c�mics con mucho texto era casi como leer un libro normal y costaba m�s encontrar el momento, pero era inevitable que alg�n d�a terminase cayendo bajo el influjo de Iv� y su Makinavaja. No recuerdo si me gust� desde el primer momento o si tuve que crecer un poco antes de apreciarlo en toda su grandeza, pero lo que os puedo asegurar es que sigue conservando un espacio privilegiado en mis estanter�as. En las m�as y en las de cualquier persona sensata. Molaba tanto que hasta nos gustaron un poco las pel�culas en las que lo interpretaba Andr�s Pajares (Makinavaja, el �ltimo choriso y �Semos peligrosos! us�ase Makinavaja 2) y la serie de televisi�n en la que lo interpretaba Pepe Rubianes (Makinavaja). En alg�n momento, mis amigos y yo hasta intent�bamos hablar como el propio Maki o sus amigos Popeye, Pirata y Moromielda, con esos "cagont�" y esos "po fueno, po fale, po malegro", pero no nos sal�a muy bien, seguramente porque todav�a �ramos ni�os y nuestras interacciones con camellos y proxenetas de los bajos fondos del Barrio Chino barcelon�s hab�an sido limitadas por un entorno familiar sobreprotector. Y no me atrever�a a ver hoy d�a las pel�culas o la serie, temo que no me hagan tanta gracia como en su momento, pero los tebeos s�: Maki resiste, en general, y en concreto Maki resiste el paso del tiempo. Con cualquier otra secci�n del Jueves y con casi cualquier otro tebeo puede haber controversia, a unos les gusta m�s uno y a otros les gusta m�s otro, pero sobre la inconmensurable calidad art�stica y humana del Maki hay un consenso pr�cticamente un�nime.

    Iv� se llamaba tambi�n Ram�n Tosas y muri� el 22 de julio de 1993 en un accidente de coche. Ten�a cincuenta y dos a�itos. Choc� contra la valla protectora de la autopista A-68, a la altura de Briones, en direcci�n a San Sebasti�n, y volc�. Su compa�ero de viaje qued� gravemente herido, pero �l muri� en el acto. Cuando el a�o siguiente se suicid� Kurt Cobain, mi generaci�n

    estuvo muy conmocionada, pero a m� lo de Ram�n Tosas me pareci� m�s fuerte. Dice la leyenda que toda su vida hab�a considerado el coche como un invento burgu�s y lo hab�a evitado durante a�os. Ojal� lo hubiese evitado treinta a�os m�s y ahora anduviese vivo y retratando las calamidades del siglo XXI con su sorna y su compasi�n y su dulce mala leche.

    En cierto modo, podr�a decirse que dej� un gran hueco en la revista y en cierto

    modo podr�a decirse que no dej� ning�n hueco porque en El Jueves siguieron sacando sus tebeos una vez tras otra, vuelta tras vuelta, m�s o menos como hace

    Antena-3 con Los Simpson. Fue un poco cutre, s�, pero tambi�n fue estupendo. Como con Los Simpson, incluso los cap�tulos repetidos molaban m�s que cualquier

    otra cosa.

    Los primeros recopilatorios de series del Jueves que recuerdo se llamaban Pendones del humor, eran �lbumes fresados de 64 p�ginas en tapa blanda y val�an

    unos pocos centenares de pesetas. Los primeros que le� fueron, por supuesto, los de Makinavaja. Para cuando tuve conocimiento y me hubiese gustado tener toda la serie de cabo a rabo, muchos estaban ya descatalogados, pero compr� un recopilatorio que se llamaba Iv�: El Libro y luego otro recopilatorio m�s gordo

    que se llamaba Cagont�: El gran libro de Iv�, que no solo no estaban descatalogados sino que el Jueves los estaba saldando a precio, valga la redundancia, de risa. Luego sacaron otro recopilatorio que se llamaba Lo m�s mejor de Makinavaja, y luego tres tomos en una colecci�n llamada Luxury Gold, y

    estos tres los vend�an por cinco euritos cada uno y tambi�n los compr� todos, y

    se intensific� la sensaci�n de que leer eso era el equivalente de poner Antena-3 y ver Los Simpson. Eran recopilatorios que no respetaban siquiera el orden cronol�gico de las cosas y era imposible saber qu� c�mics estaban repetidos en qu� libros. Los peores eran los �ltimos, los de la Luxury Gold Collection. Es comprensible que tratasen de exprimir hasta la �ltima gota del fil�n pero creo que podr�an haberlo hecho con un poco m�s de respeto tanto por el difunto como por la coherencia espacio-temporal. En la p�gina 46 de un libro

    llegan las gr�as con la intenci�n de demoler el bar del Pirata. Sigues leyendo y en la p�gina 54 se produce un flashback loco en el que el Pirata recibe la visita del funcionario que le entrega la notificaci�n de expropiaci�n. En la p�gina 132, el Maki se cepilla a una arist�crata. En la p�gina 134, la conoce y

    la seduce. En la p�gina 82 hay un c�mic con un estilo tan diferente del del resto del libro que apostar�a a que fue dibujado veinte a�os antes que cualquiera de los otros.

    Del mismo autor hab�a las Historias de la Puta Mili, que cuando �ramos ni�os no

    nos flipaban tanto como lo del Makinavaja porque no hab�a protagonistas tan carism�ticos (adrede, supongo, los soldados eran monigotillos intercambiables que ven�an a simbolizar la alienaci�n y la deshumanizaci�n de los j�venes sometidos a la jerarqu�a castrense), pero inclu�an gags eternos y un poso de antiautoritarismo que creo que seguramente qued� grabado para siempre en las almas de sus lectores. Yo quiz� soy un hombre d�cil y pusil�nime, pero seguramente habr�a sido todav�a m�s d�cil y pusil�nime si no hubiese crecido leyendo esas vi�etas.

    Recuerdo a un compa�ero de clase del instituto que dec�a que la mili iba muy bien para hacer amigos, para hacer deporte y para formarse como persona, argumentaba que su padre la hab�a hecho y que los amigos que conservaba de esa �poca eran amigos para toda la vida, y los que hab�amos le�do la Puta Mili nos re�amos de �l y le llam�bamos Sargento Arensivia. No mantuve el contacto con ese lumbreras, puede que cambiase de opini�n con la pubertad o puede que abandonase los estudios y cayera en las garras del ej�rcito y que hoy d�a sea ya un hombre de una virilidad incuestionable, pero los dem�s fuimos pidiendo pr�rrogas. El servicio militar dej� de ser obligatorio en 2001 y yo termin� la carrera en 2002. Mis compa�eros de clase y yo nos libramos por los pelos igual que nos hab�amos librado por los pelos de la LOGSE, ah� como James Bond esquivando dos balas disparadas por dos supervillanos distintos. Entiendo que fuimos una generaci�n doblemente privilegiada.

    Ten�a veintipocos a�os y fue la �poca en que estuve comprando El Jueves m�s regularmente. Por aquel entonces mi historietista favorito de entre los vivos ya era Mauro Entrialgo. Lo hab�a descubierto antes de que entrase en El Jueves,

    cuando hizo lo del Alter Rollo en el El Pa�s de las Tentaciones y eso s� que lo

    recuerdo un poco, que la primera impresi�n no fue buena del todo. Ocup� la p�gina que antes hab�a ocupado el Cuttlas de Calpurnio y cuando me lo cambiaron

    por eso tan raro del se�or con el bigote prusiano y los dos ojos al mismo lado de la cara me llev� un disgusto. Y, qui�n lo iba a decir, he llegado a tener ya

    m�s libros de Entrialgo que de Iv�, y cuando saqu� mi primer tebeo corr� a pedirle a �l que me hiciese el pr�logo. Tambi�n es el padre de Herminio Bolaextra, el Demonio Rojo y mil personajes m�s que ocasionalmente han llegado a interactuar unos como secundarios en las series de otros. Su personaje en el Jueves, sin embargo, es un no personaje, un narrador, casi una voz en off que raramente asoma la cara m�s all� de la primera vi�eta, pero lo que cuenta tiene

    una pregnancia o una solidez o algo que no tiene lo que te cuentan otros tebeos, a parte del humor te transmite ideas que se te quedan en la cabeza, o que al menos a m� se me quedan en la m�a. Pero no se me escapa que, as� como lo

    de Makinavaja es bastante incontestable, el t�tulo al mejor humorista del Jueves de entre los vivos es m�s controvertido. Hasta he conocido a gente que no se re�a con las co�as de �ngel Sefija. Tuve una novia que dec�a que era un humor fr�o, seco, demasiado cerebral. Al final rompimos, pero no fue por eso.

    Tambi�n me gustaba mucho lo de Ortega y Pacheco, aunque eso ya no me atrev�a a recomendarlo tanto porque sab�a que eso era un c�mic para connoisseurs, trufado

    de referencias cin�filas y literarias, no apto para paladares poco sofisticados. Los protagonistas eran una especie de hermanos Zipi y Zape cejijuntos y descerebrados, con las mangas arremangadas y con cara de borbones,

    que beb�an solisombras y repart�an mamporros y pollazos a celebridades del mundo de la televisi�n y de la far�ndula. Creo que, en su arriesgada posmodernidad, las vi�etas de Pedro Vera simbolizaban el dif�cil di�logo entre la alta cultura y la baja cultura.

    Pero os voy a confesar que en aquella �poca las series del Jueves en las que m�s me fijaba no eran las que m�s me gustaban, sino todo lo contrario. En las que m�s me fijaba eran las que menos graciosas me parec�an, porque yo tambi�n hab�a dibujado algunos chistecillos y los hab�a publicado en la revista de la universidad y, abrumado ante el perez�n que me daba mi inminente vida adulta y mi inminente incorporaci�n al mercado laboral, fantaseaba con ganarme la vida con los c�mics. Por aquel entonces no me ve�a a m� mismo como dibujante pero s�

    como guionista, y trataba de liar a otros para que me hiciesen los dibujos. Les

    llevaba al bar de la universidad, les abr�a la revista, buscaba las secciones que me parec�an m�s flojas y les preguntaba si acaso no pod�amos nosotros hacerlo mejor que eso.

    Uno de a los que les pregunt� y me dec�a que s� era mismamente Guille Mart�nez-Vela, el actual director de la revista, madre m�a, esto s� que es prosperar. Adem�s de manejar el cotarro, es el que dibuja las tiras de Ni�a pija, que son muy bonitas y retratan con suave iron�a el siniestro mundo de las

    clases pudientes.

    Yo en el mundo del tebeo prosper� menos, pero sigo dibujando por gusto y no me olvido de que, si no fuese por El Jueves, es probable que ni siquiera se me hubiese pasado por la cabeza hacer los c�mics del Listo. �ltimamente lo que m�s

    dibujo son tiras o vi�etas sueltas, y ocasionalmente me atrevo con las historietas de varias p�ginas, pero empec� por los c�mics de una p�gina para emular las series t�picas de la revista con la ilusi�n de que alg�n d�a El Listo sustituyese los Grou�idos en el desierto o la Clara de noche.

    Y no tard� a aficionarme a compartir mis vi�etas por internet y hasta encontr� algunas publicaciones en papel en las que publicarlas, pero El Jueves permanec�a all�, una especie de Tierra Prometida en el imaginario colectivo de todos los fanzineros y webcomiqueros, por dos motivos: el primero porque molaba, y el segundo porque tampoco hab�a alternativas, era un secreto a voces que El Jueves era la �nica revista de humor que pagaba a sus autores con dinero

    hasta el punto de permitirles sobrevivir. No hablamos tampoco de grandes sumas:

    en este pa�s, como en casi todos, muchas grandes estrellas del tebeo malviven o

    regularviven compaginando su trabajo vi�etista con otros encargos, pero se supon�a que los del Jueves segu�an siendo los mejor pagados, no hab�a ninguna otra publicaci�n que le hiciese sombra ni que se le acercase en cuanto a difusi�n y calidad de contenido.

    Cuando sali� el primer n�mero de El Jueves, en 1977, ya hab�an cerrado Hermano lobo, Barrab�s, Futbol-in y El Cocodrilo Leopoldo, pero todav�a exist�an otras publicaciones de humor que, salvando las distancias, podr�amos decir que m�s o menos estaban en su l�nea: La Codorniz, El Papus, El Cuervo y Por Favor. Pero no duraron. La Codorniz, El Cuervo y Por Favor cerraron en 1978, y El Papus cerr� en 1986. En este contexto tan saharaui, la pervivencia del Jueves podr�a considerarse heroica. Tambi�n existen el TMEO, el Aman�aco y Mongolia, y est�n muy bien, pero ninguna estas publicaciones saca 100.000 ejemplares de cada n�mero ni saca un n�mero nuevo cada la semana.

    Cuando me reun�a con webcomiqueros o fanzineros, se tend�a a hablar del Jueves con cierta reverencia y con un poco de desd�n, como hombres solteros hablando de Scarlett Johansson o Elsa Pataki. Le busc�bamos los puntos d�biles y especul�bamos sobre lo contados que eran los d�as de la prensa en papel en general. Una noche, en broma en broma, llegamos a hacer una porra sobre hasta qu� a�o durar�a la versi�n en papel del Jueves (dej�bamos abierta la posibilidad de que siguiese existiendo una versi�n online). Est�bamos en 2010 y

    yo apost� por 2016, y no fui el m�s optimista pero tampoco fui el m�s pesimista. Me alegra haberme equivocado en esto como en tantas otras cosas.

    Lo de los c�mics siempre ha ido asociado en el imaginario colectivo a la juventud e incluso a la ni�ez pero, cuando yo empezaba a afeitarme, me parec�a que pr�cticamente todos los dibujantes del Jueves eran se�ores mayores, y hasta

    daba la impresi�n de que a veces hac�an conspicuos esfuerzos por seguir haciendo humor juvenil y por estar "en la onda". A veces hablaban de botellones

    callejeros y ten�an pinta de hacerlo desde un sof� de cuero, frente a la chimenea, con un copazo de co�ac en una mano y un vinilo del Frank Sinatra en el tocadiscos. Los autores diletantes ten�amos cierta esperanza en que alg�n d�a habr�a relevo generacional y nos llamar�an a nosotros.

    Entre 1997 y 2014 Manel Fontdevila y Albert Monteys dibujaron una secci�n que se llamaba precisamente Para ti que eres joven que seguramente deb�a su nombre a que, cuando la empezaron, eran ellos los m�s j�venes de la revista, la sangre

    fresca, los renovadores, pero la flecha del tiempo fue inclemente y ellos fueron los primeros en tomarse el nombre como un chiste y la secci�n como una excusa para jugar con los temas m�s variopintos, desde los eructos con tropezones en cenas de empresa navide�as a la utilizaci�n de herramientas ofim�ticas en entornos dom�sticos. Fontdevila y Monteys ten�an secciones con personajes fijos: La Parejita y Tato con moto y sin contrato, respectivamente, y se rumoreaba que dibujaban esas series con m�s cari�o que lo otro, pero a m� me gustaba m�s lo otro: los chistes sueltos que hac�an en Para ti que eres joven o en las p�ginas de actualidad. Creo que ambos ser�an capaces de extraer humor de una piedra por muy anodina que fuese la forma de la piedra, pero dir�a

    que, en general, Monteys tend�a m�s hacia lo personal y lo cotidiano y Fontdevila hacia lo social y lo pol�tico. Sus trayectorias paralelas se prestan

    a que se hable de ellos juntos pero cada uno de ellos por separado es un tit�n y adem�s se les ve a ambos muy buena gente.

    Y al final hubo otro relevo generacional, pero pas� por encima de mi cabeza como una manada de golondrinas en primavera. Alg�n amigo m�o logr� vender al Jueves alguna vi�eta ocasional, otros hasta lograron secciones fijas. Y la envidia que siento por seres como Franchu Llopis, Maribel Carod, Sergio S�nchez

    Mor�n, Juan Carlos Bonache o Ra�l Salazar solo se ve mitigada por el cari�o que

    les tengo, que es de esos que lo mitigan todo.

    Por otro lado, a base de pasar a saludarles por el Sal�n del C�mic, de ir a verles a las presentaciones de sus libros y de cruzar comentarios en las redes sociales, tambi�n llegu� a conocer un poco a unos cuantos jueveros consagrados de los de toda la vida, y, a la que me despist�, El Jueves ya no solo era un amigo en el sentido metaf�rico que une a todos los lectores con sus libros y sus revistas, si no que ya contaba como amigos a unos cuantos de los artistas que en �l trabajaban. La mayor�a no eran amigos tampoco de los de ver a menudo,

    pero s� de los de saludar y charlar un poco cuando los ves, y de los de alegrarse de sus logros y preocuparse de sus problemas, lo que me llev� a un peque�o conflicto de intereses, pues uno de ellos me avis� de que hab�a una promo que me permitir�a recibir la revista gratis cada semana a cambio de responder unas encuestas.

    Me apunt� enseguida y las encuestas consistieron b�sicamente en puntuar cada una de las secciones de cada n�mero de la revista. Cuando te ofrecen tebeos gratis a cambio de poner cuatro crucecitas no te paras a pensar en qu� tejemanejes est�s colaborando, pero uno podr�a hab�rselo imaginado. A los autores cuyas secciones recibieron peores puntuaciones, los llamaron a un despacho y les advirtieron de que, o mejoraba la opini�n que los encuestados ten�an de su trabajo, o les cerraban el chiringuito. Cabe la posibilidad de que

    tratar de ser gracioso con una espada de Damocles pendiendo sobre tu cabeza te ayude a hacer unos chistes estupendos, pero, si se daba el caso que la secci�n segu�a sacando malas notas, las amenazas se cumpl�an y las secciones se cerraban.

    Fui pues c�mplice de una escabechina bastante siniestra a cambio de poder leer la revista gratis con regularidad. Y lo de la regularidad es un decir, porque me llegaba por correo. Era curioso constatar que, varias semanas despu�s de su publicaci�n, muchos chistes de temas de actualidad segu�an colando como chistes

    de temas de actualidad, la moraleja que extraje de ello es que siempre vamos con prisas pero el mundo gira despacio. Adem�s, la encuesta hab�a que responderla con el ordenador, y yo sol�a leer la revista en el metro, o en el sof�, o en el balc�n tomando el sol. No respond�a la encuesta mientras le�a El Jueves, la respond�a luego, cuando ten�a tiempo, y, como tampoco era mucho el tiempo que ten�a, la respond�a un poco a saco, pon�a la m�xima nota a los autores que me ca�an bien, la m�nima a los que me ca�an mal, y al azar tirando para arriba a todo lo dem�s. Conf�o que el resto de encuestados lo hiciesen mejor poco pero puede que no, porque, a ra�z de esas mierdas de encuestas, cerraron algunas de mis secciones favoritas: la de Ortega y Pacheco que os comentaba antes; la del Gas de la risa, que era un popurr� de varios autores que hac�an gags de humor r�pido y un poco bruto (entre los que destacaban con un brillo especial Juarma y Jorge Parras), y la de Lo que nunca sale por la tele, las p�ginas en las que Carlos Azagra daba a conocer movidas de la contracultura, del underground y de la lucha obrera, desde huelgas y manifestaciones a fanzines y publicaciones autoeditadas (a�n recuerdo con cari�o el d�a que se prest� a dibujar ah� la portada de El gran libro de la cinefilia).

    Un d�a coincid� en un Sal�n del C�mic Social con Azagra, y, bromeando entre cervezas, le dijo a su se�ora si sab�a "qui�n manda ahora en el Jueves" y se�al� hacia m� diciendo que �ramos tipos como yo los que decid�amos qui�n se quedaba y qui�n se largaba, y tragu� saliva y agach� la cabeza. Le admiro y me intimida un poco y no tuve huevos de explicarle ah� mismo que me parec�a fatal que le hubiesen cerrado la secci�n y que no quer�a tener yo nada que ver con ello, porque en general preferir�a no tener nada que ver con las movidas laborales de nadie y porque en particular la suya la consideraba una secci�n emblem�tica y did�ctica que, m�s all� de lo que la pudiese disfrutar cada cual como lector, era importante que se imprimiese y se divulgase y que llegase a cuanta m�s gente mejor, precisamente porque, como el t�tulo de la secci�n indicaba, lo que sal�a en ella eran cosas que no sal�an por la tele.

    No tengo ni idea de c�mo hacen los estudios de mercado los editores del Jueves,

    seguramente aquel no era el primero que hac�an y seguramente ellos sab�an del tema m�s que yo, pero de todas formas el hecho de que cerrasen secciones tan estupendas me lleva a pensar que igual lo hac�an mal e igual se fijaban solo en

    la media de votos y eso es lo peor que se puede hacer porque ese es el camino que lleva a la industria a invertir en las secciones mediocres por encima de las secciones que levantan pasiones. Quiero decir que, para triunfar, mejor que

    gustar bastante a casi todos, es gustar mucho a unos a�n a costa de gustar muy poco a otros, porque gustar bastante puede dar buenos resultados de media en las encuestas pero no creo que sea suficiente para encender la chispa que haga que el lector vuelva a por m�s.

    Por otro lado, �qu� tipo de persona respond�a esas encuestas leyendo cada secci�n frente al ordenador y juzg�ndolas cuidadosamente una a una? Era como si

    estuviesen tratando de hacer un Jueves a medida de Dwight Schrute.

    Todo esto os lo digo desde la perspectiva que da mi desconocimiento y mi total inexperiencia en temas tanto de edici�n como de an�lisis de estudios de mercado, y desde el punto de vista de alguien a quien se le fue pasando lo de responder las encuestas y cada d�a tardaba m�s a ponerse a ello hasta el punto que al final me cortaron el suministro de tebeos gratis y ahora si quiero leer El Jueves tengo que ir al quiosco como las personas normales. Y vuelvo a hacerlo, pues, en ocasiones especiales y sitios especiales, mayormente en vacaciones y en aeropuertos, estaciones, hospitales...

    O cuando se monta un pollo grande por cualquier tonter�a, como por ejemplo cuando, en julio de 2007, el juez Juan del Olmo de la Audiencia Nacional orden�

    el secuestro de la revista porque en la portada sal�a un dibujo que le pareci� "claramente denigrante y objetivamente infamante". El dibujo en cuesti�n, firmado por Guillermo y Manel Fontdevila, era una caricatura de los Pr�ncipes de Asturias en la que sal�an practicando el coito en la postura del perrito y comentando que eso era lo m�s parecido a trabajar que hab�an hecho en su vida. Fuera de contexto tambi�n hace gracia, pero el contexto era que el presidente del gobierno Jos� Lu�s Rodr�guez Zapatero hab�a anunciado una medida electoralista que consist�a en ofrecer ayudas de 2.500 EUR a las parejas que procreasen. Las teles, las radios y los peri�dicos se llenaron de expertos en limitar el humor y quien m�s quien menos parec�a tener una opini�n fuerte sobre

    lo que era tolerable y lo que era intolerable que saliese en la portada de una revista (por alg�n motivo que desconozco, los interiores de las revistas se mantuvieron bastante a salvo de la controversia). A modo de ejemplo, el mism�simo El Roto, que en sus vi�etas, as� en abstracto, parece estar siempre a

    favor de las libertades y de las cosas buenas, argument� que secuestrar la revista no era buena idea "porque se consegu�a el efecto contrario al deseado",

    pero que la portada le parec�a "un espanto y un atentado a la inteligencia". Supongo que todos los espa�oles de bien corrimos al quiosco a ver si todav�a lleg�bamos a pillar un ejemplar, y la semana siguiente igual, por supuesto, para leer los tebeos en que los artistas denunciados explicaban su aventura.

    No se le escapa a nadie (quiz� al Juez del Olmo y a alg�n otro idiota) que estos esc�ndalos suelen ser buenos para las ventas de una publicaci�n, pero los

    autores no suelen mostrarse entusiasmados ante la perspectiva de verse involucrados en ellos porque todo lo que sea tratar con abogados es caro y agotador, en el mejor de los casos te hace perder mucho tiempo y, con solo que tengas el alma un poco sensible, te pone de los nervios. Es un problema que viene de antiguo y que no solo lo tenemos en Espa�a. Dibujantes sat�ricos franceses y estadounidenses se quejan de lo mismo cuando los entrevistan, las denuncias chorras molestan incluso en pa�ses m�s civilizados que el nuestro. En

    Occidente en general, las denuncias idiotas contra publicaciones de humor tienen m�s tendencia a terminar en subidones de ventas que en multas significativas o estancias en la c�rcel, pero no compensa. Por otro lado, vale la pena constatar que el Partido Popular ha hecho todo lo posible para que esto

    vaya todav�a a peor, y, de todas formas, el caso concreto del n� 1573 del Jueves s� que termin� en multa: 3.000 EUR por injurias al Pr�ncipe Heredero, seg�n el art�culo 491.1 del C�digo Penal. La �ltima vez que lo consult�, sin embargo, la lucha legal segu�a en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

    A parte del subid�n puntual de ventas, entiendo que la denuncia no hizo sino reforzar el cari�o de los lectores hacia la revista, leer algo que hay alguien que no quiere que leas da un gustirrin�n extra. Sin embargo, la siguiente gran bronca, en junio de 2014, no termin� tan alegremente como la de 2007, y eso que

    vino por profanar el mismo tab�.

    Resulta que el rey de Espa�a, en lugar de dejar el cargo muri�ndose por todo lo

    alto, como los reyes de los que habl�bamos al principio de este texto, abdic�, y su hijo (el del perrete) pas� a ser �l el rey de Espa�a, con gran regocijo de

    pr�cticamente todos los pol�ticos y pr�cticamente todos los medios de comunicaci�n del pa�s. Miles de lameculos profesionales se pusieron manos a la obra y hasta fueron contratados algunos parados para que escribiesen mensajes halag�e�os en las redes sociales. Podr�a argumentarse que todo el tejemaneje de

    la abdicaci�n en s� era pr�cticamente ilegal, pero de un d�a para otro nuestros

    representantes electos nos cambiaron las leyes para legalizarlo. Las Cortes Generales aprobaron una ley org�nica en un pis pas y el Congreso de los Diputados y el Senado la respaldaron amplia y generosamente.

    Las teles, las radios y los peri�dicos no daban abasto para explicarnos lo �til

    y honrada y moderna que era la Casa de los Borbones, tanto el padre como el hijo como sus respectivas se�oras. Parec�a que, con la excepci�n de sus habitantes, Espa�a entera estaba content�sima de renovar sus lazos de vasallaje. Alguna voz disonante se o�a por los bares y por las redes, pero muy pocas publicaciones en papel se atrevieron siquiera a insinuar que en pleno siglo XXI quiz� el rollo ese de la monarqu�a ol�a ya peor que cuando nos la col� el dictador Francisco Franco.

    Una de esas pocas publicaciones con voz cr�tica fue el propio Jueves, y estuvo casi a punto de dedicar una portada al tema de la abdicaci�n, pero al final no lo hizo, con nefastas consecuencias.

    El d�a antes de la publicaci�n de la revista sol�an poner en su p�gina web un JPG de su portada para generar expectaci�n, y en esa ocasi�n la portada que dieron a entender que iba a salir era una dibujada por Manel Fontdevila en la que el rey saliente (Juan Carlos I) le entregaba al rey entrante (Felipe VI) una corona sucia de lo que, por el color y la textura y las moscas que la acompa�aban, parec�an ser heces. Y no creo que se generase m�s expectaci�n de lo normal, yo dir�a que los internautas est�bamos acostumbrados a chistes incluso m�s gruesos.

    No creo que le hubi�semos dado gran importancia a la broma de la corona mierdosa si no fuese porque el Jueves no sali� el d�a que ten�a que salir, sali� un d�a tarde, y sali� con una portada en la que Jordi March hab�a caricaturizado a Pablo Iglesias siendo insultado por los representantes de los partidos pol�ticos tradicionales. Ni rastro de las caricaturas de los reyes ni de la corona ni de las moscas ni de las heces.

    Para a�adir sal a la herida, los editores de la revista saliendo por la radio mintiendo sobre los motivos del retraso de la publicaci�n y tratando de minimizar el asunto, pero Fontdevila estaba muy cabreado y casi todos los otros

    historietistas tambi�n.

    Imagino que algunos de ellos se lo dijeron antes sus jefes en persona o por tel�fono, ni idea, pero muchos lectores nos fuimos enterando por Twitter a lo largo de la tarde de que tal y tal autor hab�an anunciado por las redes sociales que dejaban o que iban a dejar la revista. Fueron cayendo uno a uno (cayendo o saltando o pegando portazos, elija usted la met�fora que le parezca m�s adecuada). Cuando solo eran uno o dos o tres ya me parec�a un notici�n, pero la cifra no paraba de crecer. En el blog de Adlo trataron de centralizar las informaciones en un post que llamaron Bodycount y que se actualizaba minuto

    a minuto con los nombres de los valientes y enlaces a sus declaraciones online,

    en forma de tuits o de entradas de blog. Algunos fueron sobrios al despedirse, otros fueron m�s dram�ticos, algunos fueron escuetos, otros improvisaron parrafadas, no fueron pocos los que narraron su dimisi�n de la forma en que estaban acostumbrados a narrarlo todo, es decir, en forma de c�mic. En vi�etas no parec�a tan tr�gico, pero fue una tarde extra�a y triste, tambi�n para los que vivimos la hecatombe desde la comodidad de la distancia.

    Copio del post de Adlo el listado de los autores que abandonaron el barco: Albert Monteys, Manel Fontdevila, Guillermo, Bernardo Vergara, Paco Alc�zar, Manuel Bartual, Isaac Rosa, Luis Bustos, Malag�n, Pepe Colubi, Triz, Mel, Lalo Kubala, Iu Forn, Jos� Luis �greda, Gras, Asier y Javier, Paco Sordo, Sergio S�nchez Mor�n, Toni Batllori.

    Muchos de estos nombres eran pr�cticamente sin�nimos de El Jueves, o por lo menos sin�cdoques: era dif�cil concebirlos a ellos fuera de la revista y era dif�cil concebir a la revista sin ellos. La mayor�a estaban renunciando de un d�a para otro a su principal fuente de ingresos. Muchos ten�an familia. Algunos

    llevaban toda la vida dibujando ah� y no ten�an pinta de saber hacer muchas cosas m�s a nivel profesional. Otros pr�cticamente acababan de hacer realidad el sue�o de entrar a trabajar en una revista de c�mics remunerada. Muchos lectores, para simplificar, y, quiz� un tanto injustamente, concluyeron que se iban "los mejores de la revista". Yo no me atrever�a a decir que se fueron los mejores pero s� que se fueron muchos de los mejores, entre los cuales otros dos

    titanes del c�mic cuyos �lbumes recopilatorios ocupaban un lugar privilegiado en mi estanter�a.

    Uno de ellos era Lalo Kubala, autor de Los bonitos recuerdos de Palmiro Cap�n, una serie sobre la Valencia de los a�os 70 vista a trav�s de los ojos de un ni�o que llenar� de nostalgia, amor y ternura a cualquiera que la lea pero que har� explotar la cabeza a cualquier obsesivo-compulsivo que trate de tener sus cuatro recopilatorios ordenaditos porque no hay ni dos de ellos que compartan el mismo formato, y eso que Lalo Kubala tiende a usar siempre la misma plantilla; una plantilla que, por cierto, cunde un mont�n porque es de cuatro filas de tres vi�etas cada una, lo que da un total de doce vi�etas por p�gina y

    en la mayor�a de ellas es capaz de meter dibujo, voz en off y di�logos. Las aventuras de Palmiro, en palabras del propio personaje, son un ejercicio de memoria que quiere mostrar la belleza de lo cotidiano frente a vidas aparentemente m�s intensas, y empezaron en 1998, en el fanzine Kovalski Fly y terminaron en El Jueves en la �poca de la escabechina de las encuestas, pero Lalo me dijo que la secci�n no hab�a cerrado por eso, sino porque le daba la gana y le apetec�a dibujar otras cosas, y me alegr� un mont�n.

    El otro era Paco Alc�zar, autor de algunos de los tebeos m�s espeluznantes y divertidos que he le�do. Su obra anterior al Jueves chorreaba sangre y tumores:

    ninguna atrocidad humana le resultaba ajena, desde la violencia de g�nero al canibalismo de beb�s, pero uno de sus gags recurrentes tomaba la forma de conversaciones de moribundos en coches que, como el de Iv�, se hab�an salido de

    la carretera. Para la revista que sale los mi�rcoles, sin embargo, Paco Alc�zar

    intent� algo m�s comercial y colorido y pari� a Silvio Jos�, un caprichoso joven de cuarenta a�os que ni estudia ni trabaja y cuyo principal pasatiempo, a

    parte de los videojuegos de la Segunda Guerra Mundial, es maltratar psicol�gicamente a su padre y a todo el que se le ponga por delante. Podr�amos decir que Alc�zar suaviz� su estilo, pero la oscuridad primigenia segu�a ah�, agazapada, mucho m�s sutil que en series como Da�o gratuito, pero no por ello menos escalofriante. Porque leer las aventuras de Silvio Jos� es enfrentarse a una banalidad del mal mucho m�s banal de lo que pod�a haber llegado a imaginar Hannah Arendt. Los psic�logos todav�a no saben muy bien qu� es la risa ni para qu� sirve, pero hay estudios que la relacionan con el miedo y la catarsis, de ah� que haya tantos Tim Burtons y tantas parodias cuquis de monstruos de terror

    cl�sico. Con Silvio Jos�, sin embargo, no nos enfrentamos a los monstruos acartonados de las pel�culas de terror de mediados del siglo pasado, nos enfrentamos a los miedos modernos y a los monstruos cotidianos que son el ego�smo, la incomunicaci�n, el paro, la enfermedad mental, la soledad y el hombre de la tienda de objetos de segunda mano. Te arranca carcajadas sonoras que vienen de lo m�s hondo y, a diferencia de la mayor�a de series del Jueves, �sta es gustosamente coleccionable: son cinco bell�simos tomos del mismo tama�o, editados con mimo por Astiberri.

    Igual que cuando hay un atentado en Europa y la gente se compadece mucho por internet siempre salen despistados diciendo que por qu� te compadeces de eso y no de las tragedias cotidianas de �frica y hay que explicarles que las cosas cercanas duelen m�s, yo recuerdo con m�s emoci�n la tarde en que cayeron veinte

    autores del Jueves que la tarde en que cayeron las torres gemelas del World Trade Center. Permanec� ojipl�tico frente al ordenador refrescando el Twitter y

    el blog de Adlo, y en el aire hab�a una pregunta inevitable que era "�Qu� har�as t� en su lugar?" y una de las cosas buenas de no trabajar en El Jueves fue no tener que responderla.

    Y han pasado algunos a�os y todav�a no puedo responder qu� hubiese hecho yo en el lugar de los autores del Jueves porque estas cosas tampoco no es lo mismo decidirlas en fr�o que en el calor del momento y con la emoci�n de estar viendo

    que muchos de tus compa�eros est�n poniendo sobre la mesa unos �rganos genitales de extraordinario tama�o y est�n tomando el camino dif�cil porque, a pesar de ser el camino dif�cil, es el que en ese momento se alinea con sus principios �ticos y deontol�gicos, pero s� que puedo confesar que mi trayectoria laboral me ha llevado a tragarme mierdas muy grandes y me las he tragado sin pan y he tratado de no pensar mucho en ello, y que, en todo caso, cuando no me han gustado las condiciones en las que curraba lo que he hecho ha sido lo que hacen las personas taimadas: agachar la cabeza e ir mandando curr�culos. Me he sumado a casi todas las huelgas que se me han puesto por delante pero �cu�ntas veces me he peleado con un jefe por no habernos posicionado claramente contra una instituci�n medieval? Ninguna.

    Los dibujantes del Jueves, sin embargo, jugaban con algo importante a su favor,

    que era el ser bastante m�s imprescindibles que la mayor�a de nosotros. Sus jefes sab�an que, sin ellos, la revista no iba a ser nunca m�s la misma, y que,

    de hecho, si segu�an abandonando el barco al ritmo al que estuvieron abandonando el barco esa fat�dica tarde, El Jueves se iba a quedar en nada, lo iban a tener que rellenar de cabo a rabo con viejas vi�etas de Makinavaja.

    Y hab�a una voz en el interior de nuestras cabezas de lectores cabreados que estaba encantada de que la revista se fuese a la mierda de una vez por todas porque nos hab�an mentido, porque hab�an censurado, y porque estaban dejando marchar a nuestros �dolos. Ojal� El Jueves se fuese al infierno y le tocase compartir cacerola con La Codorniz. No pocos internautas llegaron a expresar por escrito estas ideas e incluso otras m�s hostiles y a insultar y menospreciar a los esquiroles que se quedaron en la revista, que fueron (copio otra vez del post de Adlo): Mayte Qu�lez, Ra�l Salazar, Juanjo Cuerda, Bernal, J.L. Mart�n, Mauro Entrialgo, Ricardo Peregrina, Kiko da Silva, Pedro Vera, Rub�n Fdez, Igor, Julio A. Serrano, Edgar Cantero, Jard� & Ari�o, Jordi March, Dani Gove, Ferran Mart�n, Escuin, Judas, Xavi Morat�, Guille Mart�nez-Vela, Joan Ferr�s, Guiti�n, Maikel, L�pez Rubi�o, Pallar�s, Javier Carbajo, Maicas, Jordi Bernet, Jotajota, Ventura y Bisnieto, Kim, P. Pu�ales, Enrique Hormigos y

    Azagra, entre los cuales tambi�n grandes profesionales y seres estupendos nada sospechosos de ser un empleado ideal de esos que se abstienen de morder la mano

    que les alimenta. Supongo que no era f�cil ver esta lista sin o�r la otra voz dentro de nuestras cabezas de lectores cabreados, la voz que argumentaba que censura hab�a habido siempre, que esto era solo otra gota, y que, en cierto modo, gran parte del trabajo del historietista sat�rico consist�a en darse de morros una y otra vez con la censura y hacer lo posible por sortearla, y que romper la baraja ahora ten�a su punto de hero�smo suicida pero no dejaba de ser

    poco coherente con haber estado publicando durante a�os en una revista profesional espa�ola en la que, como supongo que en todas las revistas profesionales espa�olas, hab�a un mont�n de temas tab�s empezando por las marcas comerciales y El Corte Ingl�s.

    Pero no todo termin� tan mal como nos tem�amos esa tarde. Los que abandonaron El Jueves montaron lo de Orgullo y Satisfacci�n, que es una maravilla, y ahora tienen (y se recrean en) la libertad de dibujar el monarca que les d� la gana en todas las portadas que quieran y de hacer chistes de todas las marcas de grandes almacenes que les d� la gana; y desconozco los n�meros que manejan, pero la �ltima vez que habl� con uno de ellos me dijo que estaban contentos. Les iba bien. El �nico pero es que se trata de una publicaci�n en PDF que no se

    lee tan a gusto como una revista en papel y supongo que los chistes que en ella

    se publican no llegan a tantos lectores como llegaban los que publicaban en El Jueves.

    Y los que se quedaron, pues eso, se quedaron y siguieron luchando a su manera como lo hab�an hecho hasta entonces o quiz� un poco m�s mosqueados con el rey, con el pa�s, con el mundo y con los lectores que los llamaban vendidos y cosas peores. Ese mosqueo fue especialmente notorio durante las dos semanas siguientes a la de la portada censurada, durante las cuales el mosqueo parec�a ir sazonado con un poco de miedo a parecer blandos o complacientes con la Casa Real. La cantidad y la variedad de objetos que se introdujeron esos d�as en el culo de las caricaturas de Sus Altezas Juan Carlos I y Felipe VI fueron apabullantes, desde los objetos m�s cotidianos a las estructuras m�s grotescas,

    desde utensilios de cocina a sierras el�ctricas.

    A�n as�, les quedaron muchas p�ginas hu�rfanas y, en contra de los pron�sticos,

    no usaron el truco de rellenarlas todas con c�mics de Iv�. Algunos autores dibujaron m�s de lo normal. Algunas vi�etas de humor gr�fico que anta�o hubieran ocupado un cuarto de p�gina o menos se publicaron inmensas, a p�gina entera. Sacaron una nueva secci�n de revival de c�mics de archivo. Contrataron nuevas firmas.

    �Qu� tipo de persona aceptar�a entrar a trabajar en El Jueves en un momento como ese? Pues, sobre todo, gente del mundo de la televisi�n, el m�s gracioso de los cuales fue Andreu Buenafuente, que imagino que lo quer�an contratar para

    que hiciese chistes por escrito pero hubo alg�n malentendido y se puso a dibujar vi�etas de humor gr�fico y se las publicaron a p�gina entera. La secci�n se llamaba No entiendo nada e iba acompa�ada de su foto para que no hubiese duda de que el autor era un presentador de la tele. Una semana dibuj� un platillo volante y un p�jaro, y el platillo volante dec�a "Esto es una invasi�n" y el p�jaro dec�a "Vale". Otra semana dibuj� un cono de helado en el que la bola de helado ten�a una pupila como si fuese un ojo y debajo hab�a un texto que dec�a "Eye cream". Cosas as�.

    El caso es que no pocos dimos a la revista por muerta pero sigue viva, y ya no es lo que era pero eso nos pasa a todos, que evolucionamos constantemente y no siempre a mejor, pero m�s o menos, los baches se superan poco a poco, la vida contin�a y hay que seguir adelante aunque te corten un brazo o dos piernas y un

    brazo. El Jueves se fue regenerando cual rabo de lagartija y lleg� un momento en que qued� atr�s la etapa del Buenafuente y de las p�ginas de revival; y tipos como Ra�l Salazar, Maribel Carod, Rub�n Fdez, Mamen Moreu, Igor, Juanjo Cuerda, Carles Pons�, Don Julio, Ricardo Peregrina, Jard� y Ari�o (aparte de los que ya he mencionado y otros que tambi�n son graciosos y que igual no menciono porque tampoco puedo estar en todo ni pretendo hacer un an�lisis exhaustivo de la revista, y ya les dejo a ustedes los comentarios abiertos por si cada cual quiere comentar cu�les son sus autores favoritos y cuantas omisiones imperdonables he cometido) siguen dibujando chistes estupendos y, si El Jueves sigue en los quioscos, se entiende que es porque hay miles de lectores que cada semana pagan gustosamente por �l.

    La Monarqu�a Espa�ola, en cambio, no s� si la seguimos pagando tan gustosamente. A m� esto no me lo han preguntado nunca en ninguna encuesta ni, lo que es m�s importante, tampoco en ning�n refer�ndum serio.

    Durante treinta y tres a�os nos colaron un argumento muy trilero que dec�a que,

    al votar a favor de la Constituci�n de 1978, los espa�oles de entonces s� que hab�an votado someterse a la Monarqu�a. En agosto de 2011, sin embargo, PP y PSOE reformaron juntos esa Constituci�n para limitar el d�ficit estructural, y lo hicieron sin consultar a las masas, con lo que entiendo que a partir de ese momento ya no tenemos vigente ninguna norma suprema del ordenamiento jur�dico que haya sido votada en refer�ndum por los espa�oles. El rey vive en un castillo de naipes que se apoya en la nada.

    Hay sin embargo un gran mecanismo pol�tico, jur�dico y medi�tico que sigue empe�ado en tratar la Casa Real como un ente con alguna raz�n para existir, aun

    al precio de coartar la libertad de expresi�n y de meter en berenjenales raros a la poca prensa sat�rica que nos queda, y eso ya nos podr�a dar una idea del poder de Su Majestad o de que quiz� Su Majestad es solo una de las cabezas visibles de una gran estructura criminal que no tiene nombre oficial pero que podr�amos llamar Spectre, HYDRA, Cobra Industries, Team Rocket o Gran Capital.

    Tanto Juan Carlos I como Felipe VI siguen vivos desde un punto de vista biol�gico, y s� que parecen tenerlo todo muy bien atado, pero algunos de los nudos est�n ya podridillos. Tarde o temprano tiene que terminar la Transici�n Espa�ola, a ver si hay suerte y nos lo sacamos de encima cuando todav�a quede algo de prensa en papel, porque ser�a bonito que nuestros hijos o nietos pudiesen leer revistas de tebeos dibujados en libertad, pero en libertad total,

    no la libertad light que nos ilusion� de ni�os en una �poca en la que hasta el proyecto del PSOE parec�a ilusionante. Y qui�n dice revistas de tebeos dice tambi�n peri�dicos y revistas normales, porque es una verg�enza para el pa�s que la �nica publicaci�n que se mete en l�os por no lamer culos mon�rquicos sea

    una revista de tebeos.

    Quiz� peco un poco de optimista, pero es que creo que hay espacio para el optimismo: no sabemos cu�ndo llegar� a Espa�a la libertad de prensa pero al menos Dolmen Editorial est� sacando cuatro nuevos tomos recopilatorios de los c�mics de Makinavaja en los que salen todas las p�ginas de la serie y est�n ordenadas cronol�gicamente.

    [1]http://listocomics.com/el-rey-ha-muerto-viva-el-jueves/


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    A reveure!!
    Enric
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