�Hola All!
Interesante art�culo en La Vanguardia[1]:
*La vida detr�s de una webcam de sexo*
Elena Ledda, Barcelona
18/09/2016 00:05 | Actualizado a 18/09/2016 05:23
Son casi las 10 de la ma�ana de un mi�rcoles de verano en un pueblo de Catalunya. Aunque afuera el sol castiga sin piedad y el viento intensifica el bochorno, en la habitaci�n de Nikasumi y Jaimote, moderna y espartana, el aire acondicionado est� a tope y hace fr�o. Nikasumi, Nika, se sienta sobre una cama
agrandada uniendo dos colchones, a su lado una mesita que luce un reci�n adquirido ordenador amarillo chill�n y una caja de cart�n llena de juguetes sexuales. Y acto seguido coloca ordenadamente a su alrededor lo que necesita para empezar a trabajar: una toalla azul, un paquete de toallitas h�medas y lubricantes, adem�s de varios paquetes de tabaco.
Nika tiene 20 a�os, cuerpo menudo y grandes ojos oscuros muy despiertos. Es originaria de Asturias y, desde hace a�o y medio, trabaja de 'modelo webcammer'. El nombre con el que quiere que la llamen no es el de pila -en ese,
afirma, ya no se reconoce- sino su 'nickname', el que utiliza con los 'ciberbuscadores' a los que ofrece sexo virtual a trav�s de las webcams.
A su lado, pero invisible a la peque�a webcam negra est� sentado, delante de dos ordenadores, su compa�ero, conocido como Jaimote. Originario de Andaluc�a pero catal�n de adopci�n, de 32 a�os, un pasado de t�cnico de una empresa de suministro de gas natural y actualmente agente de Nika, webmaster y, ocasionalmente, modelo de c�mara web.
Como una modelo de pasarela
"Es como si yo fuese modelo de pasarela, pero ante una c�mara, y, en lugar de ense�ar un vestido, ense�o mi cuerpo", explica Nika. En pocos minutos la pareja
est� preparada para emitir de manera simult�nea en tres plataformas de transmisi�n por web y chats en directo que pertenecen a la as� llamada industria de entretenimiento para adultos.
Nika, sentada con las piernas cruzadas y vestida con un conjunto de cuadros a lo Britney Spears, r�e mucho y fuma ante la c�mara mientras charla con los usuarios (casi todos hombres) de cosas cotidianas, como del nuevo corte de pelo
que se ha hecho uno de sus usuarios fijos. As� es como les llama: "clientes suena muy raro", aclara.
Hasta que alguien no pague, Nika no piensa hacer nada m�s. Porque en esas p�ginas, para hacer peticiones, solicitar shows privados o enviar propinas a modelos, es necesario adquirir una moneda virtual, que se paga con dinero real.
Las p�ginas clasifican a la audiencia dependiendo del n�mero de monedas virtuales o cr�ditos que compren o dejen de comprar: los webmaster pueden, si quieren, incluso bloquear a quienes nunca han comprado monedas virtuales y quedarse �nicamente con quienes pagan. Nika y Jaimote dedican a las webcam entre cinco y seis horas diarias, y si todo va bien acaban teniendo unas ganancias de tres mil euros al mes.
El de las webcams de sexo es un sector que presenta n�meros de v�rtigo. Uno de sus l�deres es la plataforma luxemburguesa Live Jasmin: 35 millones de visitas y diez mil shows diarios (mayoritariamente llevados a cabo por mujeres) y unos ingresos anuales de cerca de 350 millones de euros.
Seg�n el ranking de Alexa -que estima la popularidad de las p�ginas web combinando la media de visitas diarias con las visitas por p�gina- en Espa�a, pa�s que proporciona a Live Jasmin cerca del 4% de su audiencia, el sitio tiene
m�s o menos la misma popularidad que el de compa��a de vuelos Ryanair o del diario brit�nico The Guardian.
M�rton F�l�p, jefe de operaciones de Docler Holding, la empresa que desarrolla y gestiona Live Jasmin, explica: "Lo que ofrecemos es interacci�n y experiencia
en la que son los usuarios los que definen el contenido que quieren ver".
A pesar de que Live Jasmin sea posiblemente la menos expl�cita de todas las plataformas de su g�nero y de que F�l�p insista una y otra vez en que ellos no se consideran parte y no quieren que se les asocie con la industria de la pornograf�a, basta con pasarse un rato all� y en cualquier otra p�gina parecida
para hacerse una idea de qu� es lo que se ofrece: sexo en vivo.
Webcamer
No hay dudas sobre el car�cter sexual de la actividad de modelo webcammer pero hay poca unanimidad en c�mo habr�a que definirla. La mayor�a de las personas entrevistadas lo ven como pornograf�a interactiva. Las personas que se dedican a ello aseguran que no se trata de prostituci�n porque no hay ning�n contacto f�sico con la otra persona o, como explica Andrea Guti�rrez Garc�a, psic�loga social e investigadora en temas de g�nero, "no se produce una intromisi�n directa en el cuerpo de la otra persona". Y la actriz porno, bloguera y webcammer Amarna Miller opina que es simplemente una categor�a aparte dentro del trabajo sexual.
�Pornograf�a o prostituci�n?
Sin embargo, hay quienes consideran que apenas existe una diferencia de matices
con la prostituci�n: "S� que hay invasi�n en el momento en el que alguien por chat me dice qu� tengo que hacer con mi cuerpo", afirma P�ter Szil, psicoterapeuta experto en pornograf�a y masculinidades.
"En las webcam se ofrece exactamente lo mismo que en las p�ginas porno y en la prostituci�n -destaca Szil-, con el valor a�adido que da la sensaci�n de que se
est� experimentando algo m�s vivo, m�s real, pero la funci�n es la misma: utilizar a unas personas para satisfacer a otras".
Nika trabaja desde casa y su pareja, Jaimote, ejerce de moderador desde un ordenador cercano, aunque fuera de la vista de los usuarios
Nika trabaja desde casa y su pareja, Jaimote, ejerce de moderador desde un ordenador cercano, aunque fuera de la vista de los usuarios (Elena Ledda)
Es dif�cil encontrar a personas que quieran explicar de primera mano qu� buscan
y qu� encuentran en esas p�ginas. De la veintena de usuarios a los que se les ha propuesto una entrevista, solo han accedido dos. Ambos son varones y los dos
han pedido no ser identificados.
Edu (nombre ficticio) tiene 22 a�os, es de Girona, tiene un negocio de servidores virtuales y lleva 'en este mundo' desde que ten�a 18. "Uso las webcam para divertirme y conocer a gente diferente y en general, conocer a la mujer: yo en la vida real soy bastante malo intentando hablar con las chicas" escribe por chat. No quiere hacer la entrevista por tel�fono: "Prefiero no hablar de esto en voz alta", explica.
En cambio Miguel �ngel, pintor de Extremadura afincado en Madrid, no tiene problemas en que se escuche su voz, pero no quiere que salga su apellido ni quiere ser visto y pide omitir su edad: "no viene al caso y soy muy coqueto". Miguel �ngel es asiduo de las webcam desde hace cuatro a�os: "Entr� por curiosidad un d�a que me salt� un anuncio. Por entonces estaba casado y no necesitaba nada de esto. Cuando me divorci� volv� a entrar. Hice amistad con algunas de las chicas y ahora me cuesta irme. La webcam es una forma de evadirme, de olvidarme del trabajo y de los problemas".
Andrea Guti�rrez, psic�loga Hay mucha gente a la que cuesta relacionarse con otras personas y se escuda detr�s de la pantalla"
Andrea Guti�rrez Garc�a, que tambi�n es profesora ayudante de la facultad de Psicolog�a de la Universidad Pontificia de Salamanca, apunta: "Hay mucha gente a la que le cuesta relacionarse con otras personas y entonces se escuda detr�s de la pantalla para hacer lo que en la vida real no se atrever�a a hacer. Puede
ser gente que por diversas razones no acudir�a a la prostituci�n y se siente c�moda detr�s de una pantalla".
Los diferentes tipos de CiberPorno
Hay p�ginas web de sexo que se podr�an definir como CiberPorno 1.0, donde solo pueden interactuar con modelos quienes hayan introducido en el sistema sus datos personales y hayan pagado, ya sea comprando minutos para estar online con
sus tarjetas de cr�dito, o directamente asumiendo el coste de la llamada. As� es como funciona, desde 1997, Chicas Webcam, de la c�lebre Sala Bagdad de espect�culos pornogr�ficos de Barcelona.
"Hasta el 2002 ten�amos unos estudios propios aqu� al lado para emitir. Entonces las webcammer eran las mismas artistas de nuestros shows y los clientes les enviaban aqu� flores y las ven�an tambi�n a ver en los espect�culos", recuerda Juani de Luc�a, propietaria del Bagdad.
CiberPorno 2.0 Muchas plataformas pomueven la creaci�n de una cuenta y la compra de monedas virtuales y se reparten los ingresos a mitades con los modelos
Es un s�bado por la noche y, a pocos metros de distancia del despacho de Juani de Luc�a, el local es un sin parar de shows, cambios de vestuarios y tacones que pisan r�pido los pasillos. La propietaria sigue todo ese trasiego gracias a
numerosas pantallas sin perder nunca la calma mientras habla. "Ahora ya no es tan rentable como antes porque hay mucha m�s competencia y los servicios desde fuera de Espa�a son mucho m�s baratos", explica.
Los modelos de la Sala Bagdad, casi todos mujeres, trabajan ahora desde casa. Las plataformas de CiberPorno 1.0 generan ingresos por el tiempo que se est� en
l�nea con la modelo. Seg�n cuenta De Luc�a, en su caso los clientes pagan 1 euro al minuto, de los que 15 c�ntimos se los queda la compa��a. Los 85 restantes se reparten entre las modelos y el Bagdad, a mitades iguales.
La interacci�n durante los shows
Las llamadas plataformas de CiberPorno 2.0 son p�ginas a las que se ingresa creando gratuitamente una cuenta. De esta forma se puede hablar e interactuar en un chat p�blico con los modelos y el resto de personas que est�n en l�nea, y
dependiendo de la p�gina, incluso ver los shows, obligatoriamente en directo, que haya en ese momento.
El valor de las monedas virtuales (llamadas tambi�n fichas, o tokens) y el porcentaje que se llevan los modelos webcammer dependen de la plataforma. La canadiense Cam4 es la m�s espa�olizada de las plataformas internacionales de m�s �xito, con alrededor de un 40% de tr�fico (que llega a los 200 millones de visitas al mes) y de un 30% de modelos procedentes del Estado espa�ol. En su caso, por cada cantidad que pague un usuario (desde Espa�a, en euros), el modelo (seg�n afirma la empresa, el 60% del total de modelos son hombres, mayoritariamente gays) se queda con la mitad (siempre en d�lares), y Cam4 con el resto.
Los sueldos del sector var�an mucho y la mayor�a de plataformas paga a trav�s de la empresa de tarjetas por internet Payoneer, por transferencia o por cheque. Considerando la deslocalizaci�n del grueso de las transacciones del sector, donde a menudo alguien emite desde un pa�s pero el dinero que recibe viene de otro, y adem�s lo recibe en calidad de propina sin ninguna factura de por medio, el sector no tiene una fiscalidad transparente.
Por lo que se refiere a las plataformas, Live Jasmin asegura declarar sus ingresos en Luxemburgo mientras que Cam4 no ha querido proporcionar ninguna informaci�n que tuviera que ver con sus finanzas. Otra de las grandes protagonistas del sector, Chaturbate, directamente no ha aceptado participar en
este reportaje.
Sof�a Star, amateur de gran �xito
A Sofia Star, una de las webcammer amateur (que no es actriz de porno profesional) espa�olas m�s populares, no le gusta nada hablar de dinero. Pero en un d�a cualquiera Sofia, barcelonesa de 35 a�os y madre de dos hijos que empez� a dedicarse a las webcam hace m�s de cuatro a�os, puede tener tranquilamente conectadas a sus shows a miles de personas a la vez.
De promedio Sof�a Star pasa online unas tres horas diarias, emite en varias plataformas y, tras muchas evasivas admite al final que en una �poca buena como
el verano puede llegar a cobrar en tres d�as lo mismo que antes ganaba en un mes como dependienta, trabajo al que siempre se hab�a dedicado hasta convertirse en webcammer. "Es una manera de ganarme la vida a la que recurr� para salir adelante en un momento de mi vida en el que me hab�a divorciado, no ten�a trabajo y necesitaba dinero", explica por skype.
Exigencias y abusos Una tarea importante de los moderadores es parar a quienes se pasan, lo cual ocurre a menudo. "Los que entran con respeto son los que se quedan en la sala", aclara Jaimote, "pero la mayor�a van a saco"
"Teniendo el �xito que tengo y viendo que estoy mejor que nunca econ�micamente,
voy a seguir, porque me permite tener un nivel de vida que no podr�a tener de otra manera. Adem�s es muy c�modo porque tengo el horario que me apetece y estoy en casa para cocinar y hacer todas las cosas de mami", asegura Sof�a Star, que disfruta trabajando como modelo webcam.
Ricardo y Adri�n, un trabajo extra
Ricardo, de 29 a�os, originario de Extremadura afincado en Madrid y su pareja Adri�n, de 20 a�os, de Madrid, no quieren que salgan sus nombres ni se vean sus
caras porque sus familias y el grueso de sus amistades no saben que se dedican a esto. Para ellos es un trabajo extra, que compaginan desde hace un a�o. Ricardo lo hace con su empleo como jefe de equipo en un almac�n de inform�tica y Adri�n con sus estudios de grado superior en educaci�n infantil. Desde enero estiman haberle dedicado unas dos semanas y media de tiempo y haber ganado unos
700 euros.
Los 'supershows' de Amarna Miller
La actriz porno Amarna Miller dedica a la webcam una hora a la semana, durante la cual lleva a cabo los as� llamados 'supershows', sesiones abiertas pagadas ya no gracias al dinero de la gente sino directamente por Cam4 a un precio fijo, que sin embargo no quiere detallar, "porque es parte de mi vida privada".
Los usuarios que pagan por sexo en las webcams no tienen reparos en hablar de cu�nto gastan. Edu explica que ahora ya casi no gasta dinero, porque se ha comprado un piso y ha tenido que recortar, pero que hasta hace unos meses y durante tres a�os, gastaba una media de 500 euros al mes. Miguel Angel, en cambio, afirma que como mucho se gasta 60 euros al mes, y �nicamente da propinas durante los espect�culos para animar a que otros hagan lo mismo.
El control de los abusos
Mientras Nika emite, Jaimote hace varias tareas a la vez: modera los chats, recuerda los servicios que ofrecen (v�deos y fotos de Nika, que el mismo Jaimote hace y edita, e incluso su n�mero de whatsapp: por cien d�lares se puede comprar una hora de llamadas con Nika, intercambiar con ellas mensajes durante un mes y recibir por tel�fono unas 20 fotos), mira el posicionamiento de su compa�era en las plataformas o chatea en privado con ella (para aclarar dudas o acordar el descanso por ejemplo).
Una de las tareas m�s importantes de Jaimote, cuando no est� emitiendo junto con Nika, es "parar a quienes se pasan", lo cual parece que ocurre a menudo. "Los que son educados los valoras much�simo, porque hay muy pocos", cuenta Nika. "Los que entran con respeto son los que se quedan en la sala", aclara Jaimote, "pero la mayor�a van a saco: entran y piden. A ese tipo de usuario le hacemos un perfil negativo y lo silenciamos, lo baneamos".
Nika explica que se ha sentido insultada much�simas veces pero se�ala que "no me puedo enfadar, si no le corto el rollo a todo el mundo". No solo se meten con Nika: "Me dicen que estoy muy gordo y muy viejo para ella", dice Jaimote. Desde Madrid, Ricardo relata una experiencia parecida: "Te insultan cuando no consiguen lo que quieren y te intentan liar para que lo hagas gratis. A m� me suelen decir que estoy gordo y feo".
Las actitudes Tenemos que tener claro que lo que vemos en el porno es ficci�n y
est� consensuado", dice Amarna Miller, actriz y modelo
La psic�loga Andrea Guti�rrez Garc�a apunta por qu� se producen estos abusos: "Es la misma doble moral que hay en la prostituci�n, donde se hace uso de las personas pero a la par se las denigra y se reniega de ellas".
Amarna Miller difiere en la forma, pero no en la sustancia: "En el momento en el que como mujer no tienes miedo a mostrarte p�blicamente como un ente sexual,
vas a ser acosada. Da igual a qu� te dediques. La idea de la que parten estos energ�menos es que, por el hecho de mostrarte, est�s buscando su aprobaci�n u opini�n. Es el mismo argumento que dice que las violaciones est�n justificadas si llevas minifalda. Y, por supuesto, es terrible y tenemos que denunciar este tipo de situaci�n".
"Tenemos que tener claro que lo que vemos en el porno es ficci�n, y est� consensuado, y a muchas chicas que buscan nuevos roles sexuales e igualitarios,
y me incluyo, les pone y les gusta que las insulten, siempre y cuando sea consensuado. Es consenso la palabra en la que hay que hacer hincapi�", apunta Miller en referencia a los abusos.
La que le quita relevancia a los insultos es Sofia Star. "A m� si me pagan, no me importa. Yo soy una actriz, soy su fantas�a hecha visualmente realidad, no me lo tomo en plan que se est�n pasando conmigo porque luego me tratar�n como a
una princesa. Incluso te dan una propina extra porque les has dejado insultarte, que era su fantas�a".
Moderador en una sesi�n de modelos webcammer
Edu, el joven de Girona que no quiere hablar de este tema en voz alta, cree que
"la mayor�a de los usuarios es gente que en la vida real tiene problemas y no acepta un no, porque se creen que son putas y tienen que hacer lo que ellos dicen, lo cual est� muy lejos de la realidad".
Miguel Angel, el pintor que no quiere desvelar su edad, se�ala: "La mayor�a es gente educada y respetuosa que entra para calentarse pero hay otros que no deben de querer a las mujeres, porque cuando lees lo que muchas veces lees en esas p�ginas, se te viene el alma abajo".
Tanto Edu como Miguel Angel son usuarios fijos de webcam y a menudo tambi�n moderan chats de varias modelos. Seg�n cuentan ambos, lo hacen a t�tulo gratuito y solo "para ayudar".
Los l�mites webcammers Nika confiesa que le han llegado a ofrecer hasta 10.000 euros para "hacer un real", una cita para tener sexo en la vida real
Una experiencia que Sofia s� comparte con Nika es la de haber sido 'rastreada'.
"Hace un a�o y medio un chico consigui� mi facebook personal y empez� a enviar enlaces con mis fotos y v�deos de trabajo, a la vez que me amenazaba con que iba decir a todas mis amistades y a mis familiares a qu� me dedicaba. La gente cercana ya lo sabe, pero no es nada agradable que env�en mis fotos a todo el mundo, as� que al final tuve que cerrar esa cuenta".
Un spray de pimienta en el bolso
Nika confiesa que le pas� varias veces encontrarse con su direcci�n de casa en el chat justo mientras ella estaba emitiendo. "Nos pasa a todas -explica- yo siempre les he bloqueado r�pidamente, pero ya sabes. No es que haya pasado miedo, pero s� que por si acaso, desde que me dedico a esto siempre llevo spray
de pimienta en el bolso".
Otra experiencia que comparten no solo Nika y Sofia sino tambi�n Ricardo y Adri�n es haber recibido, seg�n cuentan en muchas ocasiones, la oferta de lo que llaman "hacer reales". O sea quedar y tener sexo en la vida real. Ofertas de hasta diez mil euros en el caso de Nika. Todos aseguran no haber aceptado nunca: ya sea por miedo a que en el otro lado pueda haber alguien que les haga da�o, o por no querer compartir el contacto f�sico con personas desconocidas.
�C�mo influye en la vida sexual?
Las "performances" de sexo ante una c�mara no tienen las mismas consecuencias para las personas entrevistadas. Para Sofia la mitad del goce ante c�mara es de
verdad, afirma sentirse siempre muy c�moda y que una vez que acaba tiene m�s ganas de sexo que antes de empezar. En cambio, Ricardo y Adri�n explican que la
mayor�a de las veces fingen y que algunas cosas las aceptan a rega�adientes: "Hay veces que no te encuentras bien o que duele, pero como la gente ya ha pagado, nos medio obligamos a hacerlo", aclara Ricardo.
Coral
La pareja de modelos webcammer explica que, en todo caso, lo que hacen en las webcam no afecta su vida sexual fuera de all� y no tienen necesidad de tomar algo para aguantar, lo cual s� hace Jaimote, que �ltimamente ingiere unos complementos alimenticios a base de pulpa de ostra para los shows. Nika afirma que se siente a gusto con lo que hace y que a ella eso no le quita las ganas.
Los usuarios tampoco creen que su consumo de pornograf�a interactiva afecte a su apetito sexual, aunque desde realidades completamente distintas. Miguel �ngel afirma que pasar ratos en las webcam (un promedio de tres veces por semana) no afecta en absoluto su vida sexual mientras que Edu, que suele estar unas cuatro horas diarias ante las webcam, afirma no tener realmente relaciones
sexuales en la vida real.
Un debate intenso
Si las experiencias son de lo m�s diversas, el debate que suscita la pornograf�a interactiva o el sexo por webcam es muy intenso. Coral Herrera G�mez, escritora y consultora de g�nero y comunicaci�n, se�ala por correo electr�nico: "Hoy la oferta de mujeres disponibles para el porno y la prostituci�n es inmensa porque las mujeres somos mucho m�s pobres que los hombres, estamos m�s sometidas al desempleo y a la precariedad laboral. Cualquier hombre puede permitirse pagar por tener un rato de sexo y cibersexo porque los cuerpos de las mujeres no valen nada y cualquiera, por pobre que sea, puede reunir unas monedas para pagar por sexo o para ver cuerpos de mujeres desnudas".
Itziar Oiga, periodista y activista feminista, subraya que la idea de que el consumidor de porno es exclusivamente un var�n heterosexual no se ajusta a la realidad, y todav�a menos en internet. "S� es cierto que los varones heterosexuales tienen una cultura de acceso al sexo mayor, patriarcalmente, pero en realidad siempre ha habido mujeres y hombres gays que han consumido porno. Y a�ade: "ahora con internet hemos descubierto que la sexualidad humana es muy diversa y que todo cuerpo es deseable, y eso me parece un triunfo".
Los datos reales Ni todos los modelos son mujeres ni los usuarios son todos hombres: Cam4 indica que una cuarta parte de su audiencia es femenina
Es dif�cil tener una idea clara del porcentaje de mujeres usuarias de webcam. Para este reportaje ha sido imposible encontrar fuentes independientes expertas
en este sector en Espa�a, con lo cual los �nicos datos disponibles son los que provienen de la industria. Seg�n Cam4 las mujeres representan cerca de un 25% de su audiencia (cifra que recoge de los datos con los que la gente se registra
en el portal). Este �ltimo dato coincide con los del porcentaje de audiencia femenina que proporciona el portal de porno Red Tube tanto a nivel global como espa�ol. Espa�a es el octavo pa�s que m�s tr�fico aporta a Red Tube.
Sofia Star explica que, seg�n su experiencia, "normalmente las chicas no entran
en las webcams" mientras que Nika, que se declara bisexual, cuenta que tiene a tres usuarias fijas en sus espect�culos. Amarna Miller se�ala: "puede ser que haya menos usuarias por la presi�n social que todav�a lamentablemente sufrimos las mujeres a la hora de expresar nuestros gustos y apetencias sexuales".
Szil
El psicoterapeuta Szil considera al cibersexo un subg�nero de la pornograf�a y cree que su consumo es da�ino en t�rminos de igualdad de g�nero y para el desarrollo de la sexualidad humana: "para m� es una cat�strofe que generaciones
est�n recibiendo su educaci�n sexual de la pornograf�a y de las webcams, donde el sexo aparece como algo cosificado en s�, con sus formas, con sus quehaceres y donde se presentan modelos hechos de sexualidad en lugar de que las personas descubran su propia sexualidad".
"�Por qu� la gente trata de hacer lo que ve en el porno, como si fuese real, cuando es ficci�n?", pregunta ret�ricamente Amarna Miller. "Porque no existe suficiente educaci�n sexual y por lo tanto la pornograf�a es la unica fuente de
informaci�n. �No queremos que la gente aprenda a trav�s del porno? Entonces ense�emos a los ni�os desde casa".
Cuando, a las dos horas de show, Nika y Jaimote apagan la webcam, por fin se miran a la cara. Intercambian una sonrisa y comentan la jugada. Han ganado 50 d�lares. Jaimote abre la puerta a su perro, Bruno, que les ha estado esperando ansioso fuera de la habitaci�n, ladrando a ratos, y los dos tambi�n se sientan (en realidad Bruno se lanza) en la cama. Ahora toca descansar un rato, sacar a Bruno, comer, y otra vez a emitir.
[1]
http://www.lavanguardia.com/vida/20160918/41257237471/modelo-webcammer-como-
viven-que-ganan-sexo-online.html
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A reveure!!
Enric
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... El hombre que no sabe sonre�r, no debe abrir tienda.
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