�Hola All!


*Historia del 69*

Todas las expresiones que hacen fortuna han dormido previamente en la
antesala de la lengua, es decir, en la jerga de las clases marginales. Fue
en Francia donde se acu�� tan ilustrativa met�fora, que debi� de vivir previamente muchos a�os en el argot de los garitos, prost�bulos y
'peep-shows' de Pigalle. Un buen d�a, la revoluci�n sexual que se inici� en
los a�os sesenta se adue�� de la palabra y la extendi� a todas las capas de
la sociedad francesa. El entusiasmo iconoclasta de mayo del 68 hace de ella
su bandera: '�La imaginaci�n al poder! �El 69 al poder!'. Tanto monta,
monta tanto.

Al a�o siguiente, el d�o formado por Serge Gainsborough y Jane Birkin
-famosos ya por su 'Je t'aime moi non plus'- proclaman al tiempo que
cantan: '�69: a�o er�tico!'. Es entonces cuando la expresi�n se extiende
como la p�lvora por todo el mundo y entra, como si hubiera existido siempre
-es lo que ocurre con los t�rminos que definen una �poca- en todos los
idiomas. 'Le soixante-neuf'. 'The sixty-nine'. 'El sesenta y nueve'. 'Il sessanta nove'...

Tanto el nombre como su pr�ctica van ligados a la revoluci�n sexual de los sesenta y, dentro de ella, a la liberaci�n de la mujer y a su equiparaci�n
con el hombre. No hay una postura que suponga mayor igualdad. Lo que est� arriba, est� abajo; lo que est� abajo, est� arriba.

Parece que el verdadero erotismo comienza con el proclamado a�o er�tico.
Es, pues, normal que el 69, como expresi�n y como pr�ctica, haya estado
borrado de la historia de Occidente hasta tiempos relativamente modernos.
�De qu� nos extra�amos si en pleno siglo XIX pedir en un lupanar que una prostituta se desnudara por completo era visto como una aberraci�n?

Habr� que esperar hasta mediados del siglo XIX, cuando surgen las primeras teor�as sobre la igualdad de los g�neros, para encontrar testimonios del ejercicio de tan placentera postura. De 1848 es una deliciosa litograf�a atribuida a Achille Deber�a que representa a los protagonistas de 'Gamiani'
en pleno 69. Pero entonces la postura a�n no ten�a nombre.

Tampoco aparece el t�rmino en ninguno de los dieciocho n�meros de la
revista 'La Perla', que comenz� a editarse en Londres en 1879, lo que
significa que, si exist�a, a finales del siglo XIX la met�fora dorm�a a�n
el m�s rec�ndito de los sue�os. Simult�neamente, Dor� dibuja la postura en
1869 -otro a�o er�tico, aunque �ste no lo proclamase nadie-. En 1880, el 69 reaparece con un aura libidinosa y rom�ntica en un relieve de bronce
alem�n, pero... �entre dos chicas! Se ve que el hombre a�n lo consideraba
un rebajamiento.

A partir del siglo XX, los testimonios comienzan a multiplicarse y en la
d�cada de los sesenta el t�rmino entra con todos sus honores en la
literatura. Otra cosa es que comience a practicarse con frecuencia, que no
lo parece, al menos en el mundo occidental. Es significativo que, en todo
el revolucionario informe de Shere Hite (1976), donde se reivindica la sexualidad femenina, se le conceda un papel modest�simo -media p�gina entre quinientas- y casi denigratorio. Esto es lo mejor que dice una de las
mujeres que lo practican: "Me gusta estar encima en el sesenta y nueve,
porque as� puedo controlar todo lo que se mete en mi boca. Debajo, siempre
me atraganto o estoy al borde de la sofocaci�n".
Es el momento de aproximarnos a Oriente, donde hac�a ya dos mil a�os que la postura se practicaba y, adem�s, �ten�a un nombre! En el templo Laksmana de Khajurabo (India), construido en el siglo X a. de C., contemplamos
apasionadas esculturas en lo que Vatsyayana denominar�a en los 'Kama Sutra' 'kalila' o 'postura del cuervo', tal vez por la costumbre de estos p�jaros
de entrelazar las cabezas, que no es otra que el 69.

Deb�a de ser tan practicada que el mismo Vatsyayana afirma que "algunas cortesanas est�n tan obsesionadas por esta forma de placer f�sico que
abandonan a amantes ricos, honestos e inteligentes por hombres pobres y vulgares, tales como esclavos o conductores de elefantes, que se avienen a
esta pr�ctica". En este momento en Europa se desarrollaba la Edad Media,
donde esta postura resultaba simplemente inconcebible. Sin embargo,
constituy� y sigue constituyendo una de las pr�cticas fundamentales del tao�smo.

Bien visto, el 69 es un 'taich�' -s�mbolo tao�sta- donde fluyen
arm�nicamente el yin y el yang. Para los tantrikas -monjes que siguen el
camino religioso tao�sta a trav�s del sexo-, la pr�ctica oral rec�proca
crea una progresiva corriente de energ�a que nivela, integra y regenera
tanto el cuerpo como la mente. La pareja se convierte en el dios Ganesh holgando con su 'partenaire' en un estado de paradis�aco nirvana. Quiz� por ello, representan continuamente la postura en libros y templos. En Bundi (India) se conserva una bell�sima ilustraci�n del siglo XVIII donde una
pareja real goza del 'kalila' o 69. Pero podemos ir m�s lejos y as�, vemos
una detallada representaci�n en uno de los paneles que tapizan una mansi�n persa del siglo XIX: entre arabescos y decorativos tallos florales, dos estilizados amantes se lamen regocijadamente los sexos.

La cifra del 69 es id�ntica a los caracteres que los astr�logos utilizan
para el signo de c�ncer, un signo de agua, como de agua es todo en una
postura donde las bocas se derraman como r�os sobre los sexos. El 69 se convierte en la postura de los poetas del sexo, de quienes aman el cuerpo
que es diferente y desean abismarse en los secretos del otro. Nadie que no
est� dispuesto a dar algo de s� practicar� esta postura. As�, la 'fellatio'
se convierte en tocar la flauta de jade. Y el 'cunnilinguus', en beber en
la fuente de jade. Y todo, en el juego del viento y la luna. Y los amantes
son dos dioses dando nuevo origen a la creaci�n. �No es posible un erotismo mayor!

Para el refinamiento oriental no hay una sola forma de 69 sino, al menos,
tres. La primera, la cl�sica: la mujer tendida de espaldas sobre el lecho y
el hombre, encima. En la segunda posici�n, el hombre est� de pie mientras
la mujer, con los muslos anudados a su cuello, posa la cabeza en su sexo.
En la tercera, ambos amantes reposan de costado en sentido inverso; esta es
la posici�n descrita por Xaviera Hollander, la alegre 'madame' que dirigi� durante a�os el consultorio sexol�gico de la revista 'Penthouse', como su favorita: "Me gusta la posici�n del 69 estilo franc�s, en la que los
amantes se complacen el uno al otro oralmente. El hombre se tiende sobre el lado izquierdo con la cabeza frente a la vagina y la mujer se tiende del
lado derecho con la boca frente al miembro del hombre. Se trata de un juego preliminar antes del acto, pero durante estos juegos se puede alcanzar el orgasmo, y con mucha intensidad, por cierto. El acto sexual en la posici�n
69 me proporciona satisfacci�n absoluta tanto psicol�gica como f�sica".
Esta posici�n resulta, sin duda, la m�s igualitaria de todas, ya que ning�n miembro de la pareja se sostiene sobre el otro.

Fuente :http://www.quo.es/ser-humano/historia-del-69

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A reveure!!
Enric
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